1. Venancio, el viejo tendero 2.


    Fecha: 02/01/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... ¡Ohhhhhhh! Me corro, ¡ohhhhhhhhh! Me corro, ya, ya me estoy corriendo, ¡ohhhhhhhh! Dios, ya no puedo más.
    
       Me quedé como medio muerto sobre la mesa, mientras el viejo tendero seguía con su mete y saca, y mi pobre polla, dejaba escapar las últimas gotas de semen, sobre el suelo de la cocina.
    
       Así mi princesita, córrete y goza, que esta noche te voy dejar este culito preñado, y hacer gozar hasta la locura.
    
       Aún me estuvo taladrando el culo durante al menos unos 6 largos minutos, hasta que dando unas bestiales embestidas, empezó a soltar el semen dentro de mi culo. ¡Ohhhhhhh! Princesa, ya me vengo, ¡ohhhhhhhhhh! Ya, ya, ya me corro.
    
       Cuando terminó de soltar toda la leche dentro de mis entrañas, se quedó abrazado a mi espalda, a la vez que me decía, eres maravillosa mi princesita, que culito tan maravilloso tienes. 
       Poco a poco fue sacando su larga polla de mi culo; el muy cabrón aún la seguía teniendo tiesa y dura; una vez repuestos, yo me senté en el banco, mientras el recogía un poco la cocina y limpiaba la corrida que le había dejado en el suelo. Una vez terminó de limpiar y recoger un poco, volvimos beber otras cervezas y fumar un cigarrillo.
    
       Una vez que terminamos de beber, me agarró por la cintura, y me dijo, ven mi princesita, vamos ahora para la cama, que allí seguiremos follando. Mira como me tienes, me dijo llevando mi mano a su polla; él muy cabrón ya tenía la polla más tiesa que el mástil de un velero; aquella polla iba a acabar con ...
    ... mi pobre culito.
    
       Me agarró por el brazo, y antes de subir por las escaleras a su dormitorio, fue a coger una tarrina de algo que no supe en ese momento que era, pero luego supe que se trataba de una tarrina de queso Philadelphia. Agarrado por el brazo, empezamos a subir las escaleras que llevaban a su dormitorio. Me sentó en la cama, dejando en la mesilla la tarrina que había cogido, y fue al cuarto de baño, donde cogió una toalla la cual humedeció con agua caliente por un extremo de la misma. 
       Abrió la cama ordenándome que me acostara boca abajo, que me iba limpiar un poco la entrada a mi culito, ya que lo tenía escurriendo semen de la follada que me había dado en la cocina.
       Me coloqué como me había ordenado, mientras él con la toalla me iba limpiando mi ano. 
       Vamos limpiar tu agujerito, princesa, que hoy quiero probarlo y hacerte gozar antes de volverte a follar este culito tan precioso que tienes.
    
       Después de haber pasado la toalla por donde la había humedecido con agua caliente, por mi ano, pelotas, y polla, luego con el otro extremo de la toalla, me secó bien secado. Así mi princesa, levanta un poquito el culo que vamos limpiar tu pollita me decía mientras me iba frotando mis pelotas y polla. Se recreó en ello todo lo que pudo, tanto que ya me estaba poniendo cachondo otra vez. 
       Una vez terminó de secarme y magrearme bien magreado mis partes con la toalla, agarró la tarrina que había subido de la cocina, la abrió, empezando a untarme con sus ...
«1...345...8»