Era viernes
Fecha: 20/11/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... muy, muy excitada y que mi sexo estaba muy húmedo. Mientras cambiamos de bar, con mi movimiento de caderas, los chicos se daban la vuelta para mirarme y él se excitaba...
En el siguiente bar repleto de gente , sentados en una mesa, me metió mano por debajo de la mesa, y me comenzó a tocar, ya no podía más, estaba empapada y necesitaba de él, necesitaba sentir su sexo dentro de mi cuerpo y sus embestidas, necesitaba que me mordiera el cuello mientras me hacía suya una y otra vez.
Decidimos marcharnos, en el parking, me hizo un dedo, mientras yo gemía de placer, y le daba unos besitos en su pene. Cuando me corrí una vez, me dejo en mi coche y me dijo que me esperaba en su casa
Cuando llegué, estaba desnudo y completamente excitado; me quitó el vestido y el sostén; me quedé desnuda con mis medias y las botas camperas. Me empotró contra la pared y mientras me agarraba del pelo, me penetró, una y otra vez, mientras sus manos recorría mi cuerpo, desde el pelo, hasta las caderas y el culo; no podía parar los orgasmos, mientras me daba azotes y me preguntaba quien me iba a romper el culito. Después cambiamos de posición, nos pusimos en el espejo de la entrada, me puso a cuatro patas y me volvió a penetrar, mientras me preguntaba si era eso lo que quería y si me gustaba... mis orgasmos eran continuos, le estaba mojando hasta los testículos y no podía parar de correrme y de gemir y eso le excitaba más y más, hasta que llegó al orgasmo, y que orgasmo, le provoqué señores, noté ...
... como se le hinchaba su sexo mientras me tocaba hasta el fondo, notaba como descargaba su esperma en mi vagina y me inundaba. Caimos rendidos los dos en la cama. Eran las 23:00 h
A las 04:00 h de la mañana, mientras dormía, noté su mano acariciando mi sexo y que la humedad se volvía a adueñar de mí; no lo puedo remediar, me excita como una leona en celo que necesita ser cubierta constantemente. Estaba boca abajo y para cuando me quise despertar, ya estaba dentro, comenzó suave, para después penetrarme con firmeza. Le dejé así un rato, hasta que me puse encima de él y le monté, primero suave, metiendo solamente la puntita, para después dejarme caer obre su sexo y notando como me llega hasta el final y de ahí hacia delante y hacia atrás, mientras me provocaba orgasmo tras orgasmo. Tras llegar al climax por enésima vez en menos de 6 horas decidimos descansar unas horas, hasta que a las 07 00 de la mañana nuestro apetito sexual volvió a despertar. No sé las veces que me pude correr, pero no podía parar de tener orgasmos, había momentos en que uno se juntaba con el otro, haciendo casi me llegara a desmayar de placer mientras me penetraba una y otra vez; ya no sabía si mi humedad era por mí o por él.
Esto fue un viernes a la tarde y la mañana del sábado; pero no un viernes, siempre que estamos juntos, estamos igual; en celo continuo. Dá igual cuando sea; hoy hemos estado trabajando juntos y cuando se han ido a comer me ha bajado los pantalones en la caseta de la obra y me ha ...