mí primer grupal muy joven - Relatos Eróticos

mí primer grupal muy joven

Alguna vez conté mí primera vez con mí hermano y cómo mí padre al descubrirnos me preguntó si quería ser niña a lo cuál le contesté que si y que mí hermano no me había forzado a nada y desde ese entonces comenzó mí feminización total y se convirtió en mí amante.
Contactó un médico amigo para iniciar un tratamiento hormonal el cual fue dándome un aspecto muy femenino con tan sólo 11 añitos. Mis tetitas eran turgentes con una areola rosada y amplia y unos pezones divinos que se me ponían duros todo el tiempo. Mis caderas anchas y una cola abultada y redonda. Mí rostro era el de una niña tierna y mí largo cabello negro llegaba a media espalda y no tenía ni un solo vello en todo el cuerpo. Al estar aún en etapa de crecimiento era algo rellenita lo cual me daba un aspecto aún más curvilineo y apenas llegaba al metro veinte de altura.
El sexo era a diario a cualquier hora en cualquier lugar de la casa. A veces dormía con papi y otras con mí hermano. A veces me hacían el amor juntos o por separado. Papi me llenó de ropita muy sensual. Pasaba todo el día con shorcitos muy ajustados que dejaban la mitad de mí colita al aire para ser tocada cuántas veces quisieran papá y mí hermano. Topcitos que marcaban mis tetitas las cuales me daban mucho placer y me las acariciaba yo misma cuando mis dos amantes no lo hacían. 
En la escuela fui objeto de algunas burlas pero nada escandaloso. Iba con ropa de niño pero mis modales eran los de una niña y no hablaba con casi nadie excepto dos ...

... amiguitas.
Ansiaba la hora de llegar a casa y que me tomara mí hermano o mí papi apenas cruzaba la puerta contra la mesa o la pared o en el sofá. A veces estaban los dos y era lo más rico sentir cómo me hacía la colita uno mientras saboreaba la pija del otro y se intercambiaban. Siempre les tomaba las manos y las ponía en mis tetitas o pedía que me las chuparan. Sentir sus bocas húmedas en mis pezones ponía mí diminuto pene bien rígido pero aún no había eyaculado por primera vez. 
Así transcurrían los días con mis dos amantes en total discreción y secreto hasta que una vez estando sola en casa vestidita solo con una tanguita hilo dental y un corpiñito de encaje siento que venía entrando a casa mí hermano con alguien más por lo que me fui corriendo a mí pieza.
Al rato aparece mí hermano en nuestro cuarto y me saluda con un exquisito y húmedo beso en la boca y comienza a tocar mí colita haciendo a un lado el hilo dental que apenas tapaba mí agujerito y le digo que pare que están sus amigos en la sala y me dice:_De eso quería hablarte…ellos quieren jugar como lo hacemos nosotros dos. Me quedé algo perpleja y sin saber cómo reaccionar ya que a pesar del miedo y la vergüenza sentí una poderosa excitación por una situación que jamás imaginé que era estar con alguien que no fuera papi o mí hermano de 18 años. No respondí nada y dejé que siguiera besándome y acariciando mí cola que ya había penetrado con un dedo y me tenía muy caliente. Estiro mi mano y tocó su pija dura y el baja su ...