El paciente
Fecha: 21/11/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... haciéndome gritar, no tiene piedad, perfora mi culo de un solo golpe, el dolor es inmenso, pero enseguida pasa y da paso al mas excitante placer que me han hecho sentir, empieza a entrar y salir de mi cuerpo una y otra vez, al tiempo que me dice:
- Eres mi puta, muévete zorra quiero que te vengas conmigo, quiero que me saques la leche con tus nalgas, muévete mas, eres mía
Incitada por sus palabras me muevo mas como una perra en celo recibiendo a mi macho, a mi hombre, siento sus manos apretando mis pechos, siento su boca en mi espalda, me muerde y yo arqueo mi espalda, con su mano con fuerza me vuelve a inclinar para dejar mis nalgas a su disposición, sigue entrando y saliendo, me dice:
- Voy a venirme puta
Recuerdo su verga en mis manos, su tamaño cuando creció con mis caricias, ahora la tengo dentro, muy dentro de mi, en mi culo, recibiéndole, y sintiendo como se contrae al mismo tiempo que otro orgasmo mas se desliza entre mis piernas, jadeamos juntos, hasta que poco a poco nos relajamos, siento como me deja, como sale de mi. Me incorporo poco a poco. Y acomodo mi ropa nuevamente.
- Estas escurriendo leche, límpiate
- No… quiero sentir tu semen entre mis nalgas, quiero sentir como me dejas mojada hasta que llegue a mi casa.
- A que hora sales?
- En media hora
- Gracias por la consulta
Me deja un suave beso en los labios, el culo abierto y escurriendo, Y sin decir más, sale del consultorio y se va.
Son las 10:30 de la noche, y me dispongo a ...
... ir a mi casa. Aun siento dolor en mi culo, aún siento su leche entre mis nalgas, y mis propios líquidos que juegan entre mis piernas.
Empiezo a caminar, vivo cerca. Así que en medio de la noche y ensimismada en los recuerdos de un encuentro inesperado e insólito dentro del consultorio con prácticamente un desconocido, no me percato que un auto me sigue hasta que se alinea a mi lado, una voz que tengo grabada en mi mente me hace dar un sobresalto:
- Te estoy esperando
- Yo… no puedo
- No te pregunté si puedes, sube, te llevo a tu casa
No tengo nada que decir, sé que le pertenezco. Sin decir más entro al auto y me siento a su lado, al sentir el asiento en mis nalgas aprisionando mi culo, dejo escapar un gemido de dolor involuntario.
- Cómo te sientes?
- Dolida
- Estás bien?
- Si, mojada, pero bien
- Sigues mojada?
- Si
Mientras maneja con una mano, la otra se desliza entre mis piernas, y me toca nuevamente, me doy cuenta que ya soy suya, porque mis piernas sin mas se abren para recibir sus caricias, sin preguntas, sin restricciones.
- Donde vives?
Le doy la dirección y mientras sigue manejando
- Bájate el pantalón
Solo sigo su indicación, bajo mi pantalón y mi ropa interior, mi sexo huele a mi, a él. Abro mis piernas nuevamente para recibir sus dedos otra vez, los cuales se deslizan por mi vulva, buscando la entrada a mi vagina, yo me acomodo en el asiento deslizando mi cadera hacia abajo y logra su objetivo, se mete nuevamente en ...