Katy y su hija 3 - Relatos Eróticos

Katy y su hija 3

... perrito, esa era su posición preferida,  ella se volvía loca pues apesar que no le entraba todo mi penne, en esa posición yo se lo empujaba todo hasta adentro, sentía su cerviz y mi solemne intención de atravesarla era lo que la hacía gritar de placer. Se ponía almohadas en la cara para que me escucharan sus gritos pero aún así esscuchaban fuera del cuarto. Katy, parece haberse petrificado, se que viendo por un buen rato. Cuando yo estaba apunto de venirme Amalia me preguntó. 

- mi amor todavía no?

-si nena estoy apunto de venirme, 

- vente conmigo, adentro

-no. En tu boca. 

- no bebé. Adentro de mi por favor. 

Eso me volvió loco, me decidí a venirme dentro de ella. Pero katy.. pues.   Ella lo estropeó todo. Le dio unos golpes fuertes ala puerta, los cuales asustaron a Amalia que se levantó de un brinco y se tapó. 



-Alejandro necesito sacar algo de ese cuarto

-este no es tu cuarto katy, 

-pero necesito algo de alli dentro. 

Amalia se me quedo viendo como molesta, 

- quien es esa?

- es ...

... katy, la cuñada de mi hermano. 

- nos vio?. 

- no creo pero si nos escucho

-puta madre Alejandro. Que vergüenza. 

- no te preocupes. Ella no dice nada. 

Katy volvió a tocar la puerta, está ves más molesta.. 

-necesito entrar, tápate o entro así.

Amalia se paró y se puso su ropa, salió del cuarto y se fue a sentar al sillón. Yo me quedé esperando a katy dentro del cuarto. Cuando katy entro lo hizo abruptamente, me vio a los ojos con enojo y se hizo la que buscaba algo. 

-mendigo. Cogiendo el cama de mi hermana. 

-katy, no vayas a decir nada. 

-no Alejandro, esta es una gran falta de respeto. Mi hermana te dio donde vivir. Deberías respetar eso. 

-katy, no hice nada malo. 

- te parece poco alejandro.. 

-katy.  No digas. Nada. 

Se me quedó viendo con odio,  se fue y se encerró a su cuarto. Después salió y con unos pasos exagerados. Salió de la casa. Amalia ya no quiso más. En parte creo que ya estaba cansada,  pues había tenido muchos orgasmos. Pero yo... yo me quedé sin terminar.