En el barco atracado al muelle, me rompen el culo 2ª parte.
Fecha: 24/01/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... sobre la enorme tranca que me estaba dando por el culo, y que no era otra que la gran verga del chabolista. Yo sudaba cómo si estuviera en una sauna, y aquello aún no tenía trazas de acabar, solo se escuchaba mis gemidos, el jadear del chabolista, y el sonido de su enorme polla entrar en mi culo, chof, chof, chof, chof.
De repente el chabolista se levantó llevándome en sus brazos, haciendo que su polla me empalara más a fondo, y colocando mi pecho sobre la mesa, empezó a darme por el culo allí recostado.
Dios, su enorme pija me llegaba a lo más hondo de mis entrañas, y sus huevos pegaban en mi ano, cada vez que metía su polla en mi culo. Ahora el sonido que se escuchaba era un continuo plof plof plof plof, hasta que el chabolista empezó a gritar que se corría, ¡ahhh! Maricón, me corro, me corro, ¡aaahhh! Gritaba mientras me inundaba el culo con su semen.
Una vez terminó de soltar todo su esperma dentro de mi culo, sin sacar su enorme pollón de él, llevó su mano a mi pobre polla, y dándome unos meneos a ella, empecé a correrme sobre el suelo de aquel comedor.
¡Ohhh! ¡ooohhh! Gemía mientras expulsaba mi leche sobre el suelo del comedor, me corro, me corro, gritaba mientras eyaculaba estando empalado por la enorme verga del chabolista, y tenía el pecho recostado sobre la mesa.
Una vez terminé de eyacular, y fuimos recuperando el aliento el chabolista y yo, este me fue sacando la polla del culo, y una vez la hubo sacado y me puse de pie, las piernas ...
... me empezaron a temblar de tal manera que me tuve que abrazar al chabolista para no caerme.
Oh mariconcito, me decía abrazándome contra su pecho y así sujetarme para que no me callera, has estado maravilloso, tienes un culito genial, me iba diciendo mientras me abrazaba y besaba la cara.
Se sentó sobre el banco, y sentándome a horcajadas sobre su regazo, fue besando y mordiéndome los labios, hasta dejármelos hinchados y enrojecidos.
¿Tú que vas a hacer, Fidel? Le preguntó el chabolista, te vas a quedar o te marchas.
Voy a quedarme hasta que amanezca, luego me tengo que ir, que tengo que pasarme por casa, pero a estas horas cómo no hay autobús, espero a que amanezca, luego me voy para la estación de autobuses y cojo el coche de línea.
Bueno, dijo el chabolista, pues nosotros nos vamos para mi camarote, le dijo el chabolista a Fidel, Y levantándose y llevándome abrazado a él, me llevó para su camarote, donde me metió en su camastro acostándonos ambos juntitos.
Yo dejé que me llevara y acostara, ya que tenía un cansancio y colocón encima, que no era capaz de mantenerme casi de pie.
El camastro no era muy grande, y apenas cabíamos los 2, pero el chabolista, me pegó a su pecho, y abrazado a él, me quedé dormido. Cuando desperté estaba siendo acariciado y besado por el chabolista, y tenía un empalme de campeonato, no sé cuántas horas había dormido, pero por el ojo de buey, entraba una claridad, que me hacía presagiar que ya era bien avanzado el día ...