1. El viejo de la estación me lleva a su casa.


    Fecha: 25/01/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

        No se le pasó desapercibido al viejo, mi estado de empalme y la calentura que llevaba encima. Joder cómo estás, andas bien salido me decía, acariciándome la polla y huevos a la vez que me estrujaba los cachetes del culo. Si quieres luego vamos y te llevo a mi casa, que me gustaría meterte en mi cama y quitarte esta calentura.
       Bu bueno le dije tartamudeando, pero déjame mear que así no puedo hacerlo.
    
    
       Aquella tarde de verano estaba bebiendo una cerveza en uno de los bares que hay en el barrio donde vivo, cuando mirando cómo pasaba la gente por la acera, vi pasar al viejo que me había dado por el culo en los soportales de aquel edificio que se encuentra enfrente de la estación de ferrocarril. Me había visto en los aseos de la estación, luego me había seguido, terminando por darme por el culo en los bajos de aquel edificio. Aquello me trajo agradables recuerdos, por lo que me empecé a poner cachondo, la polla se me empezó a poner dura, y el culito a desear que lo abrieran y lo preñaran de leche.
       El viejo no me había visto, seguía caminando en dirección a la estación de ferrocarril; seguramente irá a la caza de algún putito al que pueda dar por el culo; fue lo que pensé en esos momentos. Viendo cómo se alejaba por la acera, las imágenes de aquel día que me había dado por el culo empezaron a venir a mi cabeza. Era mayor, sí, pero no estaba nada mal, el recuerdo de su polla derechita y bien proporcionada que se me representaba en el cerebro, hacían que me ...
    ... pusiera cachondo, deseando que aquella hermosa polla volviera a darme por el culo.
       Empecé a recordar que después de darme por el culo, me había dicho donde vivía, y que me había dicho que quería llevarme a su casa y poder darme por el culo en su cama.
       Dios, cada vez estaba más empalmado y las imágenes aquellas no se iban de mi cabeza. Es cómo si mi culito estuviese enviando continuamente señales a mi cerebro, y no pudiese pensar en otra cosa. Miré la hora que era, viendo que el reloj del bar marcaba las 7 de la tarde, así que decidí ir hasta mi casa, ir al baño, ducharme y prepararme bien el culo, me lo lubricaría a conciencia, y si no tenía suerte, como al día siguiente era sábado y no tenía que trabajar, pues me iría hasta el centro de la ciudad a ver si encontraba algo, o me iría a alguna discoteca a pasarlo bien. 
    
       Cuando salía de casa ya bien preparado, recién duchadito y el culito bien lubricado, iban dar las 20:30, así que tomé el camino de la estación de ferrocarril, no sabía si pasar primero por los aseos de la estación, cosa que me ponía nervioso ya que era bastante tímido, y aquello me alteraba bastante, o ir a uno de los bares que estaban enfrente y desde allí vigilar la entrada y salida de la estación de ferrocarril, y ver si volvía a ver al viejo aquel.
    
       Armándome de valor, fui directamente a los aseos de la estación de ferrocarril, entrando en ellos. Al entrar me encontré con que estaban realizando la limpieza de estos, así que no me quedó otra cosa ...
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