1. El viejo de la estación me lleva a su casa.


    Fecha: 25/01/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... Lo fui siguiendo hasta los aseos, donde abrió la puerta dejándome pasar, para luego entrar él detrás de mí. Yo me puse en el urinario, y él pasó por detrás mía para ir al servicio que había. Al pasar por detrás mía, me apretó los cachetes de mi culo, mordiéndome el lóbulo de la oreja y susurrarme lo bueno que estaba.
       Dios, estaba tan pero que tan empalmado que apenas podía mear, y aquello todavía me ponía más cachondo y tener ganas de que me diera por el culo.
        No se le pasó desapercibido al viejo, mi estado de empalme y la calentura que llevaba encima. Joder cómo estás, andas bien salido me decía, acariciándome la polla y huevos a la vez que me estrujaba los cachetes del culo. Si quieres luego vamos y te llevo a mi casa, que me gustaría meterte en mi cama y quitarte esta calentura.
       Bu bueno le dije tartamudeando, pero déjame mear que así no puedo hacerlo.
        Dejó de meterme mano, y metiéndose él en el aseo, se puso a mear.
       Yo salí primero, quedando él todavía en el aseo. Fui para la esquina del mostrador donde teníamos las cervezas, hasta que salió él y luego de un rato y haber terminado de beber aquellas cervezas, salimos ambos del bar.
    
        Vamos a mi casa que allí lo vamos a pasar estupendamente. Quiero tenerte en mi cama y abrirte este culito que tienes, me iba diciendo el viejo. Tu tranquilo que no va a pasar nada y nadie va a sospechar nada.
     
       Al llegar al edificio en el que vivía; no era otro que el edificio plaza, el cual era y es el más ...
    ... grande de la zona; abrió la puerta, subimos las escaleras que hay hasta llegar al ascensor, Para luego subir hasta el piso 7.
       Nada más montarnos en el ascensor, pulsó el botón del piso al que íbamos, y arrinconándome contra la esquina del mismo, llevó su mano a mi entrepierna agarrándome la polla y huevos empezando a sobarme el paquete; uy cómo estás, andas bien caliente maricón, me decía arrinconándome contra la esquina del ascensor. Tu tranquilo que ya verás que bien lo vamos a pasar los 2 en la cama, me susurraba al oído sin dejar de meterme mano haciéndome que me abrazara a él, dejándome magrear por su mano la polla y huevos, ¡mmm! Que bueno y calentito estás mariconcito, me susurraba al oído mordiéndome el cuello y lamiendo el lóbulo de la oreja.
     
       Por fin el ascensor llegó al destino, allí abrió la puerta de su piso, me hizo pasar cerrando luego la puerta, llevándome luego hasta su dormitorio.
       Nada más entrar yo en el dormitorio, él me abrazó por la espalda, ay maricón que bueno estás, me decía mordiéndome la nuca y acariciándome el paquete. Que culito tienes maricón, ay que ganas tengo de abrirlo con mi polla y follártelo hasta que grites de gusto.
       No paraba de morderme la nuca y orejas y sobarme la entrepierna, mientras me iba restregando su polla por el culo.
       Al muy cabrón se le notaba la verga dura y bien empalmada, lo salido que estaba y las ganas que tenía por darme por el culo. Claro que las mías, no eran menores las ganas que tenía, estaba tan ...
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