1. Nuevamente Nato... Ahora sí.


    Fecha: 05/02/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: PPTon, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    En 3 años, físicamente crecí como un 80%, casi el doble... Al principio creímos que era por el desayuno que nos daban en la escuela: Un lonche de frijoles y carne con chile, un cuarto de leche, un mollete de mantequilla y un plátano... Riquísimos... Pero luego concluí que también fue por lo que me hicieron y me hacían mis 4 amigos de la escuela, con eso mejoré mucho en todo. Fuera de la escuela ya era otro, totalmente diferente, ya me respetaban en el barrio. La gente en lo general me consideraba como un buen muchacho. Yo me sentía bien.
    A los 10 años tomé semen por primera vez, el pendiente que me dio me hizo leer de lo que eso podría implicar y descubrí las propiedades alimenticias, curativas y preventivas de ese rico líquido. Ante ese descubrimiento, seguí tomando en que Nato me daba, fue el que me lo dio por primera vez, desde entonces no dejé ni he dejado de tomarlo de manera cotidiana… A los 13 años ya era un joven lleno de vida, sano y muy activo.
    Al regresar del pueblo ya traía el gusanito de ver a Nato y dejar que me penetrara, con lo que me había hecho Hilario con su grande y jugosa verga, como que había tomado valor, pero aún tenía algo de temor, pues Nato lo tenía más grande y muy cabezona.
    Durante un tiempo lo hicimos que antes, hasta que llegó el día que “sin querer” y a petición de él y advirtiéndole que sería un poco de juego y sólo por fuerita, dejé que me acercara su gran miembro en mi aún pequeño ano.
    Estando de pie, empezó restregándome la gran ...
    ... cabeza aún flácida, hacia arriba y abajo pasándolo por la parte externa, tocando nada más los pliegues del esfínter externo, poco a poco fui sintiendo la dureza de su paulatina erección y luego lo caliente de su cristalino líquido preeyaculatorio que iba invadiendo todo el entorno de mi ano. Seguía fiel a su palabra de no introducirlo, jugando solamente en la cañada de mis nalgas y pasando por mi cada vez más dilatado agujero.
    Mi calentura iba en aumento por cada pasada llena del caliente y viscoso líquido que me daba y por fin, llegué al límite: Ansiando sentir más de aquello, con la mano tomé lo que alcancé de su gruesa verga y me lo centré en mi culo embarrado del preciado meco que lubricaba mucho el lugar. Empecé con un pequeño y lento movimiento hacia él con la idea de probar lo que pasaba si eso se introducía. Lo retiré un poco y volví a traerlo hacia mí, una y otra vez sintiendo como se abría la piel para dar paso a semejante animalote. Los primeros movimientos me causaron cierto dolor, pero poco a poco se fue transformando en un verdadero placer, La viscosidad del lubricante natural que me había embarrado toda mi parte trasera ayudaron mucho para recibir un relajante masaje que hizo que aquel dolor se transformara totalmente en un gran placer.
    Con la gran verga de Nato dentro de mí, retiré mi mano y dejé que él se encargara de los movimientos que realmente no fueron tan bruscos, suaves y lentos, favorecían la introducción cada vez más adentro de mi menudito cuerpo, si ...
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