El polvo con mi prima
Fecha: 08/02/2020,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: VMarioT, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... que ella, carente de objetivos en la vida, había optado por dedicarse a las labores del hogar por el momento.
A sus diecisiete años, medía en torno al metro setenta y era muy morena de piel, con un largo cabello castaño lacio y unos penetrantes ojos color café ligeramente rasgados. Su nariz era pequeñita y redondeada, sus labios eran carnosos y su cuerpo, para qué negarlo, llamaba a los más bajos instintos. Mi prima era muy atractiva.
-Hola, primito -me saludó con una sonrisa de oreja a oreja-. Te estaba esperando. ¿Tienes hambre?
-Mucha -contesté mientras me acercaba a ella con tranquilidad-, ¿qué has preparado?
-Macarrones, ¿va bien?
-De maravilla -dije atrayéndola hacia mí al rodear su cintura con mi brazo izquierdo.
-Ay, cielo… Ya te echaba de menos… -me hacía la pelota con voz mimosa, colocando una mano sobre mi pecho y rodeando mi cuello con el otro brazo.
Introduje mi mano libre por debajo de su camiseta y acaricié su vientre, cosa que sabía le encantaba.
-Y yo a ti, mi niña, qué te crees… -a medida que hablaba iba subiendo mi mano, hasta que alcancé sus pechos.
-Ooofff… Cómo te gusta hacerme sufrir… -Fue acercando su rostro al mío hasta que nuestras narices se tocaron- Mmm… Ven aquí, mi amor… -Y antes incluso que sus labios, lo que sentí primero que tocaba mi boca fue su lengua.
Por su físico, había tenido novios a montones, cosa que le había hecho aprender a besar muy bien. Su lengua danzaba con la mía con la maestría mientras se restregaba en mí, al tiempo ...
... que yo sobaba a placer sus tetas por debajo de la camiseta.
El ambiente fue calentándose poco a poco hasta que, rojos por la excitación, decidimos, con una simple mirada de entendimiento -casi telepática-, pasar al siguiente nivel.
La ayudé a desprenderse de su ahora ya molesta prenda de ropa y pasé a comerle los senos directamente, pues la muy guarrilla iba sin sujetador.
-Aaahhh… Aaahhh… Mmmmmm… Síiiiii… Qué rico… Umfff… Siiigueee… -me pedía, agarrando mi cabeza con ambas manos por la nuca y aplastándola contra su busto. Yo le succionaba los pezones, sorbiendo como si de ellos fuera a salir leche, cosa que sabía la volvía loca de placer. Tenía los pechos duros, calientes, excitados, pidiendo guerra… Y guerra iban a tener, y tanto que sí.
Fui subiendo por su cuello trazando un camino de besos hasta llegar de nuevo a sus labios. Sin dejar de atender sus tetas, le comí los morrazos a mi prima, y la fui haciendo retroceder hasta tumbarla sobre la mesa de la cocina.
Ella jadeaba excitada, resoplando, mirándome con los ojos abiertos de par en par, con una mirada de gatita en celo que me decía “Fóllame”. Pero no se lo iba a poner tan fácil. Antes quería torturarla un poquito, calentarla antes del asalto final.
Le bajé el pantalón corto tejano que llevaba y encontré unas bragas mojadísimas en las que se marcaban unos pronunciados e hinchados labios vaginales.
-Aaaaaahhhhhh… -gimió al sentir como le pasaba el dedo índice por ahí- Dios… Qué… Qué mojada estoy… Pffffff…
-Y más ...