Noches caribeñas - Relatos Eróticos

Noches caribeñas

... esta el agua?
-Bien Mari bien, se esta de lujo... -más tenso aún porque había apoyado los brazos en el borde para disimular pero seguía con la polla fuera del bañador, solo oculta por el burbujeo del hidromasaje-
-Perfecto, pues voy a ponerme el bikini y vengo ahora -dijo mientras se iba alegremente-

Espere a que se metiese en su bungalow y a duras penas introduje mi tremenda erección de nuevo en el bañador, si no la tenía dura ya de por sí, la cosa había empeorado, pues se añadió el morbo de tenerla dura y fuera del bañador mientras hablo con una mujer. Se me puso más tiesa todavía al ver salir a Mari de nuevo en su bikini rojo, a la que es hora de ir describiendo: es una mujer de 1.55, de piel morena y más ahora tras días tomando el sol, siendo realistas no es muy guapa pero siempre me ha puesto burro, de pelo castaño rojizo ondulado a la altura de los hombros, ojos oscuros, nariz un poco aguileña, pero con una boca bonita de carnosos labios y dientes blancos, además siempre sonriendo. Entradita en carnes para su escasa altura, obviamente con algo de michelín, pero con los kilos bastante concentrados tanto en sus cortas piernas, formando unos muslos gruesos y un culo grande y firme pero que se mueve un poco cuando camina, y en su pecho, lo que más me gusta a mi personalmente, pues era dueña de unas preciosas tetas, muy grandes en comparación al tamaño de Mari, redondas y seguramente con algo de caída, que siempre rebosan del escote sin importar el tipo de ...

... vestimenta que llevase, incluso sin escote se puede apreciar en las prendas un abultamiento que se corresponde con el final de la copa de sus sujetadores, por donde semejantes mamas parecen tratar de escapar. Me quedé embobado mirando como se acercaba a paso ligero, con todo eso que he descrito botando, y se metió en el jacuzzi, colocándose en el asiento que quedaba frente al mío.

-Pues si que esta rico el agua sí -sentada en el asiento y mojándose los hombros, que quedaban fuera del agua- anda que no sabes tu nada con estos baños nocturnos que te das eh
-Si la verdad es que se está muy a gusto Mari -aún con la polla durísima pero ya un poco más calmado del primer susto- por eso me encanta
-A partir de hoy en vez de ir por ahí a beber y trasnochar me quedo aquí contigo si no te importa -cerrando los ojos y recostándose sobre el borde, con los brazos abiertos y sus pechos semisumergidos-
-No claro que no, como va a importarme -pensando en que iba a perder intimidad, pero también a pasar más tiempo con la hembra de mis fantasías, ya buscaría otro momento en el que aliviarme-

Estuve ahí un rato observándola, se quedó quieta alrededor de un cuarto de hora, con los ojos cerrados y la cara apuntando hacia el cielo, lo que me dio vía libre para poner mi vista sin ningún disimulo en esas ubres que flotaban al son del movimiento del agua, necesitaba ir a aliviarme así que me levanté sigilosamente con la esperanza de que su relajación y el ruido del jacuzzi me dejasen salir sin ser ...