Los masajes a mi madrina Karen 2 - Relatos Eróticos

Los masajes a mi madrina Karen 2

... higiénico, luego salí con  cuidado de no hacer nada de ruido.

Cuando la vi ya estaba algo relajada y nos pusimos almorzar, nos habíamos quitado por el momento la calentura mastubandonos los dos lo que había producido los masajes, había pasado ya dos semanas cuando otra vez la vi con el dolor de cuello así que antes que pudiera decir algo le empecé a darle masajes. 

-! Noo.. Brunito no es necesario ya, gracias de todas maneras pero ya estoy bien.. ¡

-! Madrina tu eres muy buena conmigo siempre así que no me digas que no es lo mínimo que puedo hacer por ti.. ¡

Ya no me dijo nada y sonrió y dejó que mis manos volvieran a tocarán su piel ya para eso estuve practicando con una almohada todos  y viendo por youtube para ir mejorando la técnica porque sabía que esto se iba a repetir,  ahora eran mejores los movimientos de mis manos tocandole el cuello y hombros y también en la espalda. 

-! Vaya veo que has mejorado mucho Brunito y ahora ya eres casi todo un experto masajista.. Jajaja.. ¡

-! Siii.. madrina estuve averiguando para cada día hacerlo mejor para ti así que a partir de ahora ya tienes quién te dé los masajes en casa.. ¡

Entonces le indique que para hacerlo mejor vayamos a su dormitorio y se eché en su cama me quedó viendo unos segundos y terminó aceptando, ya la tenía como muchas veces lo había imaginado echada boca abajo y con una short de tela blanca delgada que mostraba su enorme trasero. 

Mis manos subían y bajaban por toda su espalda hasta ...

... llegar hasta a sus nalgas moría de ganas de magrearlas con lujuria pero tenía que aguantar así que seguía masajeando ahora  a sus piernas muslos y terminar en sus pies esa rutina la volvía a repetir varias veces, hasta que note una humedad entre su piernas, ella de nuevo quiso interrumpir los masajes como en la primera vez. 

-!.. Madrina  quedate quieta no te preocupes dejame a mi hacer todo yo lo único que busco es que te sientas mejor.. Tú sabes que te quiero mucho dejame por favor.. ¡

-! Ohhh.. no sé.. Brunito esto no está bien.. yo también te quiero mucho pero mejor no.. ohhh.. ¡

Era la primera vez que ahora no le hice caso y le abrí más las piernas seguía dándole masajes mi mano ahora fue subiendo  entre sus piernas y toqué donde estaba la humedad y dos dedos ligeramente empezó a darle masajes ahí, haciendo que ella ya soltara un gemido eso me dio ahora motivos para continuar. 

-!..Ohhh... noo.. Brunitooo.. no sigas.. ¡

Cuando mas me decía que no lo haga era al revés yo seguía con más ahínco tocando su chucha sobre la delgada tela que cada vez estaba más húmedo prácticamente  a mi madrina ya la estaba masturbando, sabía que ella no tenía sexo  buen tiempo desde que su novio la había dejado y por su horario de trabajo en la noche era complicado para ella volver a buscar una nueva relación. 

Como dice el dicho " Tanto fue el agua al cántaro que terminó por reventar" así que mis caricias entre sus piernas hicieron que ella no pudiera aguantar más y terminará ...