Una madre borracha visita a su hijo - Relatos Eróticos

Una madre borracha visita a su hijo

... estoy viniendo" su cuerpo se puso rígido y se rompió en un espasmo descontrolado.

La besó desde las tetas hasta el coño. Le abrió las piernas de par en par, o ella lo hizo. Los dos estaban metidos en esto. Besó los muslos de su madre y empezó a abrirle los labios de su vagina. Sacó la lengua y empezó a lamer su clítoris. Pudo probar el sabor único de su corrida, desde la primera vez que la probó le encantó. La concha de su madre sabía tan bien, mejor que cualquier otra que haya probado. Chupó su clítoris y lo lamió alrededor de su abertura. Ella quería cerrar las piernas porque su clítoris era muy sensible, pero el suave gusto de su lengua y los suaves besos en sus muslos y coño la llevaban a un nuevo nivel de éxtasis. Para entonces ya estaba sintiendo la ola de un nuevo clímax hirviendo dentro de su ser más profundo, comenzó a tensarse y esperó el gran orgasmo que sintió sólo tres veces en su vida y anhela esa sensación de nuevo en tantos años. 
 Mientras ella se tensaba, Danny lamió el clítoris de su madre, primero lamiéndolo y luego chupando la cereza. Luego le metió dos dedos en la panocha y empezó a meterlos y sacarlos mientras seguía lamiendo su clítoris. Danny se movió, metió sus dedos en el chocho de su mamá y comenzó a masajear su punto G. Oh... mi... Me estoy corriendo...  Empezó a endurecer su cuerpo y se puso en forma y se sacudió incontrolablemente, Danny todavía estaba probando el coño de su madre cuando de repente se le roció en la cara con jugos calientes ...

... de su abertura virginal. Estaba chorreando, por primera vez en su vida que chorreaba y estaba en el cielo. Oooh, ¿qué ha hecho Danny, su hijo, con ella? Ella estaba prácticamente gritando que se sentía tan bien.

"Lo siento mucho Danny ... No sé lo que pasó. Me hiciste algo que nunca había sentido, no sabía que era capaz de hacerlo. Ese fue el mejor orgasmo que tuve en mi vida", Danny sonrió y levantó la cabeza de su coño empapado, parecía un perro que comió un poco de crema, todo brillante y mojado. "Está bien mamá, te quiero y me gusta tu sabor"
Con un cuerpo que no era suyo en ese momento, porque sentía que cualquier cosa que incluso el aire en su clítoris la encendía. Se levantó. Lo besó y lo movió hacia su espalda. Probando sus jugos en él. Se acostó junto a él sobre su estómago, con las piernas parcialmente abiertas. Su clítoris era tan sensible que no podía cerrar las piernas. Le besó el pecho mientras metía la mano en sus calzoncillos y dejaba salir su verga. Se inclinó y tomó su lengua y probó el pequeño agujero. Alrededor de la cabeza, lamiendo arriba y abajo su dura verga. Se la metió en la boca. Él gimió. Ella se metió profundamente la verga de su bebé. Acariciando y chupando su hombría, le encantaba el sabor de su prepucio. Haciéndolo agradable y húmedo. Ella se agachó y jugó con sus pelotas. Empezó a hacerle una mamada no por obligación, sino como una especie de sentimiento de voluntad y satisfacción. Se sentía tan bien en su boca y quería probar el esperma ...