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Mi querida Marisol
Fecha: 06/03/2020, Categorías: Sexo en Grupo Tus Relatos Autor: Narciso Bello, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... como se ponían duros sus pezones. - Chupármela todas – dije. Se la metían hasta el fondo. Petri y luego Ana. Hasta atragantarse. Yo gemía. Les acariciaba las caras. Luego probo Jenifer. Poco a poco. Relamiéndose. Mi polla soltaba liquidillo. - Me vuelve loca- decía Petri- fijaros cuanto sale. Con sus lametazos me ponían perdido. Chupaban enloquecidamente. Jenifer estaba frenética. - ¡Qué bueno es el sexo! - decía. Antes de que me corriera se la fui metiendo a Jenifer. Y como gritaba la cabrona. Luego me las fui montando una por una. Estando con mi amante preferida que es Ana Primo oí como se abría la puerta d entrada. Yo me pare. Pero allí nos pilló Marisol, desnudos. - Lo sabía-grito histéricamente y se marchó. En ese momento me corrí. Les dije a ellas que si querían se podían quedar a dormir. Jenifer se marchó. Al día siguiente en el trabajo Marisol me saludo como si no hubiese pasado nada. Iba con otra supervisora, una que yo conocía llamada María de la que ya escribí un relato. Es delgada, alta y bellísima. Quizás no tiene un buen cuerpo, pero es la más guapa de toda la empresa que es grande con lo menos doscientas chicas en la plantilla. Aunque María se pasa mucho. Suele romper con su novio cogiéndose de la mano de su siguiente amante. ¿Por qué iban juntas las dos? De pronto me fijé y vi que se cogían de la mano. Piensa mal y acertarás. De modo que eran amantes y se estaban mostrando en público. Marisol se estaba vengando de mí. Esa noche fui a mi piso ...
... esperando no encontrármelas. Creí que estarían en el piso de Marisol. Pero no fue así. Sin abrir la puerta se oían los jadeos y lamentos. Oí la voz de Marisol que decía: - Es que cuando estoy con una mujer me vuelvo loca. Yo muy tembloroso no me atrevía a entrar. Soy muy libertino, pero amaba a Marisol y me sentía fatal. Total, que me fui al piso de Marisol. Daba por perdida mi relación con ella. Esa noche le di vueltas y llegué a la conclusión de que si habían ido a mi piso era para provocarme. Una semana me duro el dolor de los celos. Tras sufrir esta desazón, ella volvió a su casa, y yo con ella. - María es mi amante, pero no estoy enamorada. Te amo a ti. - me dijo- Te propongo que nos acostemos los tres pero además tú debes traer una de tus chicas a casa. La mujer de la que había estado enamorado se llamaba Virginia. Alta, de ojos verdes y pómulos salientes con unos rasgos muy propios de este país. Hay chicas que salen en la tele que se parecen. Llamé a Virginia y le conto todo esto que me pasó. No sabía que me iba a decir. Me inclinaba por el no. Ella es virtuosa. Pero tiene una debilidad que es vengativa. Tuve suerte porque su marido le acababa de poner los cuernos. Así que me dijo que sí. Conociéndola me supuse porque sería. Coincidimos los cuatro en mi piso. Marisol, María y Virginia. Se formaron dos parejas. Marisol y María abrazadas de pie morreando, y Virginia y yo haciendo lo mismo. La polla se me puso durísima- Ya no sentía ningún tipo de celos porque ...