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El masaje de Susana
Fecha: 07/03/2020, Categorías: Tabú Tus Relatos Autor: Narciso Bello, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... Le conté que en donde trabajamos no lo pasé muy bien porque había chicas muy calientapollas, pero que luego me recriminaban que las mirase y desease. Había una tal María Dolores, una señora de 48 años que a una hora determinada pasaba delante de mí para que me fijase en su poderoso culo y por delante también. Aunque mayor, estaba buena y casada. Me dijo que alguna vez veía porno con su marido. Una mujer con un cuerpo macizo. Ella era la que instigaba las demás a maltratarme. Susana me dijo que todavía tenía contacto con alguna de ellas y que preguntaría si yo les caía mal. Nos veíamos continuamente y me daba esos masajes llegando a lograr que me corriese sin eyacular. Lo que hacía que tuviese un orgasmo tras otros. ¡Qué sabiduría tenía esa mujer! A veces terminaba con una felación moviendo su lengua que hacía que entonces sí soltase toda mi leche. Y la escupiese. No se la tragaba porque era muy abundante. - Te tengo reservada una sorpresa- me dijo A la media hora llamaron a la puerta. Yo ya estaba vestido. Susana abrió y apareció María Dolores, aquella señora que mencioné antes. No tenía ni pizca de ganas de verla Me saludo. Nos dimos dos besos. - Narciso me dijo que te echaba mucho de menos, María- le dijo Susana. Yo estaba sentado en el suelo. Y María Dolores en un sillón. - Os dejo solos- dijo Susana- bajo a comprar. ¿Qué pretendía Susana? Nos dejaba a los dos con lo mal que nos llevábamos. La señora tenía sus habituales pantalones vaqueros y una camisa que ...
... realzaba su figura. Me había pajeado pensando en ella y la verdad es que tenía una erección, que se notaba a través de mi pantalón. Gracias al masaje mi pene medía hasta 20 centímetros. - Mejor me voy- dijo-porque si te pones así-. Se levantó casi pegándome su culo macizo junto a mi cara y luego por delante. Entonces me tire a su pantalón, lamiéndole el culo y la vagina. Esperaba recibir una bofetada, pero me empujo con fuerza para a continuación recibir su boca en mi boca y su lengua y dientes dentro y su aliento. - M tienes loca- chilló. - te amo. Después de morrearnos un largo rato volví a apretar mi cara a su pantalón y a comerle el culo y su chocho. Nos desvestimos ente jadeos y ya sin bragas metí mi lengua en su ano y vagina. Y también le comía el clítoris. Aquella mujer era un volcán. Tenía unos tremendos orgasmos y se le doblaban las piernas. Tenían espasmos que no podía controlar y soltaba chorros de agua. - Que pene tan enorme- dijo. Nos levantamos y se la metí por la vagina por detrás como había hecho hace u rato con Susana. Como gritaba. Lo hacía todo el tiempo. De pronto se paraba y no conseguía sujetarse. Era cuando se corría explosivamente. Oímos como la puerta se abría y Susana hablaba. Y nos dijo: - ¿Por qué no vamos al dormitorio estaréis más cómodos? Fuimos y nos tumbamos sobre la cama. María Dolores debajo y yo encima, follando. Y Susana detrás. Se colocó justo detrás de nuestros traseros pudiendo maniobrar con sus manos. Acariciando los testículos ...