El masaje de Susana - Relatos Eróticos

El masaje de Susana

... y la vagina y el pene. Y Dolores gritando. Y yo loco perdido. Follando mientras Susana nos tocaba de la forma que sabe hacer ella. Con su mano en mi polla mientras estoy jodiendo. Nos tocó los anos y hurgo con sus dedos. Apoyo su cara en mi cadera y me metió un dedo que me llevó a diferentes orgasmos sin eyacular así que seguía y seguía. Dolores me decía que parase. Tocándome pelotas, picha y culo me llevó a un orgasmo de varios minutos. Dolores y yo chorreabamos.
-Esta era mi sorpresa- me dijo Susana.
Dolores y yo nos quedamos desvanecidos.

Susana me enloquecía, pero no me gustaba. Me producía mucha ansiedad sexual. Después de estar con ella lo pasaba mal con mi pene erecto y pensando en como metérsela a una tía. Por eso una vez llame a mi amiga Eva Arribas una pelirroja, de ojos verdes y cuerpo escultural, bien formado. Con aspecto de italiana. Yo le gustaba, pero iba con otro hombre. Como era mala entró en el rollo que le propuse de prostituirse para mí.
La llamé y le dije que era mi puta. Ella me contesto que sí y que vendría a mi casa.
Llegó y se quitó la ropa mostrándome su lencería cara y su cuerpazo. El sujetador con sus tetones. Me quite los calzoncillos y salió mi polla erecta como un misil y midiendo 20 centímetros gracias a los masajes de Susana.
-	¿Qué has comido?- me dijo- es impresionante.
Le conté lo de ...

... los masajes. Y le di un sobre lleno de dinero.
Se la metí por detrás igual que había hecho con Susana y Dolores. Tenía el coño muy pegajoso.
-	Ah que bueno- dijo
Empecé dándole despacio y luego muy rápido. Ella gritaba.
-	Sácala antes de que te corras.
La cogió y se la metió en la boca hasta el fondo disfrutando a lo bestia con   aquel cipote largo y durísimo. Se ahogaba literalmente por la lascivia que tenía.
-	Que cosa tan buena- repetía.
Así seguí follandole la boca y a punto de estallar.
-	Ahora por el culo
Se la metí lentamente y nos dolía a los dos. Luego le día más rápido. Se nos doblaban las piernas. El caso es que no me corría y ella se masturbaba el clítoris.
Fuimos a mi cama y ella se posicionó encima de mí hacia delante con su cara pegada a la mía. Eso era amor.
-	He estado con muchos tíos, pero nunca con ninguno como tú. - Gritaba y gritaba.
 De orgasmo en orgasmo y yo le cogía las tetas hasta que me llego un orgasmo monstruoso. Pero seguimos y seguimos. Terminamos abrazados.  Eva Arribas es la mujer de mi vida y así se lo dije, pero no me convenía porque era muy agresiva casi una sociópata. No te podías fiar de ella. 
-	Cuando se fue me llevé el sorpresón de encontrarme el sobre. No se lo había llevado. 
A partir de esa noche corté con Susana porque quería ir con chicas que me gustasen verdaderamente.