Me abrieron el culo y preñaron en el aseo de niños.
Fecha: 15/03/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Danisampedro91 , Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... decía empezando a bombear su pelvis, haciendo que mi esfínter fuese cediendo, y la polla que me estaba sodomizando, entrase y saliese de mi culo con cierta facilidad.
Yo agarrado a la cintura del jovencito, chillaba cada vez que notaba aquel trabuco como me iba abriendo el culo, clavándose una y otra vez en mis entrañas. Poco a poco el dolor fue desapareciendo, y ahora ya gozaba de cómo me daba por el culo el hermanastro del jovencito, al cual me sujetaba agarrado a su cintura, tratando de meterme su polla en la boca.
Al poco rato noté como apuraba las envestidas el hermanastro, clavaba sus dedos en mis caderas, y empezaba a gritar que se corría. Me corro, me corro, ¡ooohhh! Me corro, Gritaba derramando su semen dentro de mi culo.
Noté como su polla se hinchaba en mi interior soltando varios trallazos de semen, regándome las entrañas. Se había quedado pegado a mí, mientras su polla iba soltando todo el esperma en el interior de mi culito.
Jadeaba, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! Mientras vaciaba su leche dentro de mí, preñándome el culo con su esperma.
Cuando por fin sacó su trabuco de mi culo, se sentó sobre los cartones, y ordenándome poner a 4 patas sobre ellos, me agarró por la cabeza llevándola a su entrepierna, me dijo, ahora chúpala, mientras te monta mi hermano así a 4 patas, igual que el macho monta a su perrita.
Me coloqué como me había ordenado, y mientras abría la boca llevándome la verga que ...
... terminaba de darme por el culo, dejé mi culito listo para ser montado por el hermanastro que ardía en deseos por meterme la polla en él, preñándome con su semen.
El jovencito se colocó detrás mía, arrimó su polla a mi culo, y de una sola estocada, me metió su polla hasta los mismísimos cojones.
¡Ohhh! ¡ooohhh! ¡ohhh! Gemí de placer al notar como aquella joven polla entraba en mi culo haciéndome suyo.
Agachaba el pecho y levantaba el culito todo lo que podía, dejando que aquel chaval me montara, igual que si fuera una perrita, gozando de su macho.
El chaval me abrazaba a él sin dejar de taladrarme el culo con su polla, ensartándome una y otra vez su larga polla en lo más hondo de mis entrañas, haciéndome chillar de placer, cada vez que su polla rozaba mi próstata y tocaba mi segundo esfínter, intentando traspasarlo.
¡Dios que gusto me estaba dando! Lloraba de tanto placer que estaba sintiendo. Metía en la boca la polla semiflácida del hermanastro, chupándola con desesperación, dejándola limpia y sin ningún resto del esperma con el que me había preñado.
Notaba como mi polla no paraba de gotear semen, y el calor del cuerpo del jovencito montado sobre mi espalda, metiéndome una y otra vez su polla por el culo. Sus huevos pegaban una y otra vez en la entrada a mi ano, y su pelvis golpeaba mi culo escuchándose una y otra vez el plof plof plof, cada vez que me enterraba su polla.
Estábamos sudando por todos nuestros poros, al igual que si ...