1. Te espero en el bar


    Fecha: 23/11/2017, Categorías: Grandes Series, Autor: txuso, Fuente: CuentoRelatos

    ... dedo suavemente mientras con otro le acariciaba el clítoris. Me encantaba masturbarla.
    
    Ella había friccionado bien mi polla y subía y bajaba la mano con densidad. Después retiró la mano y se la llevó a la boca, la empapó con saliva y volvió a mi glande, deslizándose hacia abajo y lubricándomela. Era delicioso sentir su mano así. Era un juego que siempre habíamos tenido, nos gustaba la masturbación recíproca.
    
    Yo seguía metiéndole un dedo justo como a ella le gustaba y agitando en círculos su hermoso clítoris. En su cara se podía ver todo lo que un hombre desea para sí. Era hermosa, pero sintiendo placer era mucho más, era completamente arrebatadora.
    
    - Si sigues así me voy a correr, y para eso la quiero dentro, hasta el fondo – Me dijo.
    
    Yo miré el bar, la mesa ocupada seguía a lo suyo, supongo que se habían dado cuenta, pero disimulaban muy bien. La camarera secaba los vasos del lavavajillas como dejando pasar el tiempo.
    
    Eché un poco hacia atrás la silla y le dije que subiera encima. No lo pensó, lo hizo. Yo sentado y ella sentada sobre mí dándome la espalda y haciendo movimientos circulares, sentía como me estaba empapando. Se echó hacia atrás y le mordí una oreja.
    
    - No te corras dentro – Me dijo.
    
    - Córrete tú primero, quiero verlo.
    
    Seguí masajeando su clítoris cuando sentí que se perdía. Le tapé la boca, la conocía bien. Su cuerpo se estremeció sobre mí y empezó a correrse. Sus gemidos eran enmudecidos por mi mano, pero no pude evitar que se le ...
    ... escapara un grito que hizo que la camarera, más cercana que la mesa, mirara hacia nosotros e hiciera un gesto de asombro. Disimuló apartando la mirada, pero sé que no podía evitar echarnos una ojeada sorprendida.
    
    Ella se quitó de encima y volvió a su silla. Me miró.
    
    - Voy a correrte – Me dijo.
    
    Se puso saliva en la mano y comenzó a agitármela rápidamente. Agregó la otra mano, sabía que me gustaba así. La camarera no dejaba de echarnos miradas esporádicas pero frecuentes, y yo estaba a punto de correrme, al parecer eso no se lo quiso perder. Cuando ella vio que mis facciones se contraían agachó la cabeza y se metió la polla en la boca, siempre le había gustado mi esencia, la trataba como un manjar exquisito. Empecé a eyacular agarrándome a la silla mientras ella tragaba. Me convulsioné, haciendo que mi polla entrara hasta el fondo de su garganta. Ella aguantó estoicamente y después me lamió bien los restos. Cuando se incorporó se lamió un par de dedos apurando el semen.
    
    Ambos quedamos relajados, mirándonos con cara de quien desea que se repitan situaciones así.
    
    Al rato bajamos a la barra y pedí la cuenta a la camarera.
    
    - Son ocho euros – Me dijo.
    
    Le entregué un billete de diez y fue hasta la caja registradora. Volvió y me entregó dos euros.
    
    - ¿Les ha gustado el servicio? – Preguntó con sorna.
    
    Sonreímos los tres. Miré la moneda de dos euros y se la entregué a la camarera.
    
    - Por el trato recibido – Le dejé caer. Ella sonrió.
    
    - Volved cuando queráis, yo ...