Perversiones - Relatos Eróticos

Perversiones

... fijaba por las partes de abajo del baño hacia otros cubículos, en una ocasión entre en unos baños en los cuales sabía que había encuentros sexuales y me lleve al niño solamente, por que sabía que iba a eso,  primero me puse a mear en los migotorios para ver qué había, al niño lo había puesto a lado casi viéndome como orinaba, en el los cubículos había gente, en excepción del último, veo que sale un tipo del penúltimo cubículo con el bulto bien marcado, conté a verme que el niño ve como estoy mirando y yo con la verga bien tiesa, se va y se lava las manos y en lugar de irse se regresa al mismo cubículo, eso era evidente quería pedo, me meto al último cubículo con mi hijo, y en la madera que divide los cubículos veo qué hay un hoyo, sabía que claramente el vato estaría viendo y me la empiezo a jalar, se miraba que el también había comenzado hacer lo mismo, mi calentura empezó a desbordarse y puse a mi niño a mamrme la verga, no sabría cuál sería su reacción del tipo pero seguramente estaría igual de caliente que yo que no le ...

... importaría más bien se le antojaría, después de unos minutos se inca hacia el cubículo donde estábamos nosotros y podía ver si verga negra y venuda, yo sin dudarlo le dije a mi niño que fuera mamarsela, el se dio cuenta, lo agarraba muy brusco le tome las manos y lo calme, que mi niño hiciera lo suyo, estaba disfrutando ver a mi hijo man di tremenda verga, el quería cogerselo pero obvio no se lo permití hasta que se escuchan los gemidos del tipo y empieza a aventar los chorros de leche le digo tómatelo, termino todo embarrado de su carita y sus labios yo de lo caliente lo empiezo a lamer para quitárselos sin dejar de jalarme, estaban tan salados pero con la calentura que tenía no me importo y me vine de inmediato. Al salir del cubículo ahí estaba el vato no había nadie más en el baño y me dice te paso mi número para lo que se te ofrezca, escríbeme me llamo Felipe. Y n ese instante como acaba de deslecharme no le tome importancia pero si le tome el papel con el número. 

A partir de ahí comenzaron más atrocidades y perversiones