Un encuentro con mi hermana después de tiempo - Relatos Eróticos

Un encuentro con mi hermana después de tiempo

... habitación, Alejandra echo un vistazo y vio como bajo su colchón sobresalía una tanguita de ella y dónde distinguía claramente una que otra revista para adultos, solo ahí la pause para preguntarle si ella usaba ese tipo de ropa interior, ella abiertamente me dijo que si, le gustaba mucho usar tangas e hilitos pero los usaba por debajo de cachetero de encaje, y los empezó a usar desde que tenía 14, y seguimos platicando, pero no me quería quedar atrás, ya que me daba cuenta que en lo que me contaba era con un poco de mentira, yo le contaba como fantaseaba con una de nuestras primas contando cómo una vez sin querer pasé por su casa, y al abrir ella recién había llegado de la escuela, y se quitó blusa y bra, dejando ver sus pechos al aire mientras se incorporaba un top, y que le robe a esta misma una tanga recién usada por ella cuando ella se bañaba (está última fue cierta, me consta).
Empezó a avanzar la noche y por fuera se percibía una leve lluvia que a medida se tornó en granizada, mientras yo me levanté y le dije que me pondría ropa para dormir, ella dijo haría lo mismo, busco en el ropero, saco un pequeño bulto con ropa y se metió a cambiar al baño, yo en el acto, busque una camiseta sin mangas y shorts cortos, pero en la prisa por cambiarme rápido antes que saliera mi hermana, me olvidé de ponerme boxer's, y me di cuenta muy tarde, Alejandra salió con un top blanco y shorts algo holgados, mientras se sentaba cerca del ropero incorporándose otra vez a la plática ...

... pecaminosa sobre nuestros primos, yo, metiéndome a mi cama proseguí su plática, hasta que le dije: ¿Que tu no sientes frío?
Alejandra asintió solo con la cabeza
Le dije: ven, entra ya a la cama, así sirve no sufrimos frío.
En el acto se levanta y antes de incorporarse, apaga la luz y seguimos platicando normal, hasta que se me ocurrió preguntarle ¿Todavía eres virgen?
Ella ni tarde ni perezosa me contó que nunca lo había echo con nadie, pero que se masturbaba con peines (que fue donde rompió su himen) pasó con desodorantes de bolita hasta un pepino cupo ahí, y que sólo había visto 3 vergas en su vida, la de mi primo el incinuoso, otro primo por parte de mi mamá, confesandome que ellos los vio porque la muy pícara había espiado mientras se bañaban, y que increíblemente el incinuoso de 16 años tenía un buen paquete entre las piernas, ¿Y tú tercer tilín? Le pregunté interrumpiendola.
Ah, fue la tuya, ¿Acaso no te acuerdas de nuestro secreto?, Y recordé, que tenía yo 10 años y encontré una revista con todas provisiones, colores y demás, y que en juego la vimos Alejandra y yo en nuestro cuarto a muy altas horas de la madrugada, esto lo hicimos por el miedo que teníamos que nuestros padres nos descubrieran viendo esa ventana al mundo del coito, vaginas y penes, y mientras los dos empezábamos a ver esas ilustraciones en un rincón de nuestro cuarto, nos nacía un morbo tremendo y sin agua va, nos desnudamos mientras ella tocaba mi pipi, yo tocaba su conchita y nos abrazabamos, durante ...