Vestida para Beto me llenó el culo de leche
Fecha: 08/04/2020,
Categorías:
Transexuales
Tus Relatos
Autor: Gina, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Vestida para Beto me llenó el culo de leche
Gina
Hola soy una persona cincuentona y les voy a narrar como me hice amante de mi amigo Beto. Lo conocí cuando tenía 17 años, pero no paso más allá de una amistad. Cuando tenía treinta y seis años, nos volvimos a ver, yo estaba divorciado y el seguía soltero. Empezamos a frecuentarnos y acudía a mi casa para platicar de todo un poco.
En una ocasión me dijo:
- Conozco a unas vecinas tuyas.
- ¿Cuáles?
- Unas güeras que están bien buenas.
- ¡Ah! Creo que ya sé a quién te refieres.
- Su hermano es al que conozco, les he hecho algunos trabajos de electrónica. Las puedo invitar ¿Sí quieres?
- Claro Beto.
Dentro de mí pensé: “hasta parece que van a aceptar, si saben que soy travesti”. Esto era porque me gustaba cambiarme y deambular después de la medianoche en la calle, por si mi buena suerte me ponía una verga que chupar o que ensartarme. El caso es que no pasó mucho tiempo en que sus hábitos cambiaron, me empezó a visitar más seguido, a llegar de noche y quedarse hasta la madrugada. Pero nunca volvió a tocar el tema de las vecinitas. En una ocasión noté que traía el cierre de la bragueta del pantalón abierta. De momento no le dije nada. Seguimos, tomando y platicando, aunque yo estaba incómoda. Pensaba: “si le digo que la tiene abierta me voy a descarar porque le vi la bragueta”, así que lo ignoré otro rato. Hasta que al fin se lo dije y eso dio pie a que empezásemos a platicar de nuestros gustos sexuales.
- Pues yo ...
... soy una travesti de closet.
Él ni se inmuto de la revelación.
- Si quieres yo te doy.
- Todavía ni me vez ¿Y ya quieres cogerme cariño?
Nos reímos.
- ¡Ah! Pues vístete.
Me quedé un rato en silencio mientras le daba un sorbo al vaso. Le dije:
- ¿Qué color de pantimedias te gustaría ver, claras o negras?
- Claras.
Entre mí pensé: ¡Qué bueno! Son las que me encanta usar.
- Ahorita vuelvo, mientras sirve las otras.
- Con todo gusto. ¿Te gusta vestirte de mujer?
- Me encanta hacerlo.
- ¿Te gusta la verga?
- Sí.
- Pues, apúrese.
Me levanté y me dirigí a cambiarme. Me puse una pantaleta y un brasier de encaje negro, unas pantimedias de color natural, una blusa amarilla que dejaba mis hombros descubiertos y se anudaba en el cuello, una minifalda negra que se me pegaba a las nalgas, resaltándolas, y unas zapatillas de medio tacón, descubiertas. Me maquillé como lo sabía hacer luego de años de práctica, me puse aretes, anillos, pulseras y una cadena de oro con un corazón. Terminé cuando me puse la peluca, labial y me eché perfume. Me vi al espejo y me gustó mucho verme así. Decidida a cambiar mi relación con Beto salí y le dije con mi voz femenina:
- Ya voy a salir Beto.
Sólo se escuchaba el ruido de mis zapatillas y de la música que estábamos escuchando. Cuando aparecí ante él su semblante cambió, la lujuria apareció en sus ojos y se levantó del sillón, al mismo tiempo que levantaba los brazos y dijo:
- ¡Qué buena estás!
- Gracias.
- Estás muy bonita.
- Gracias ...