Un dia de Sol y Sexo - Relatos Eróticos

Un dia de Sol y Sexo

... dándome todo el tiempo necesario para disfrutar, luego baje por las piernas y de igual manera disfrute y sentí que también lo disfrutaba, a propósito deje las nalgas para el ultimo y cuando llego el momento, empecé a darle un suave masaje en círculos sobre sus dos nalgas, cuando vi que separo sus piernas y de alguna manera sentí la invitación para ser un poco más generoso en mi trabajo, entonces deje pasar mis dedos suavemente en la reja de su culo y llegar hasta la raíz de su pene, que le sentí ya erecto.
Creí que había dado un buen inicio y no hice más, así que me acosté boca abajo junto a él y conversamos de algunos temas triviales, hasta que me pregunto, que es lo que yo pienso de los Gays, entonces le dije que respeto mucho lo que cada persona haga o quiera, siempre y cuando yo no me sienta ofendido, entonces Darío, me dijo, que el también respetaba las tendencias de cada persona.
Entonces yo le pregunte, eres Gay.? me contesto, no, creo que no, pero si he sentido atracción al mirar a los hombres, aunque nunca he tenido ninguna experiencia en este sentido y tú?
Entonces para no desentonar, le dije, pienso y siento igual que lo que tú has manifestado, es más estoy disfrutando mucho de tu compañía y al estar desnudos los dos.
Darío, me contesto, yo también y sabes que me agrado el que me pusieras el protector solar, a lo cual le manifesté, que yo disfrute mucho mientras lo puse.
De inmediato se incorporó y me dijo si le permitía que él también quería ponerme el ...

... protector, algo que yo estaba deseando mucho, así que no desaproveche la oportunidad y le dije, claro y muchas gracias.
Se arrodillo entre mis dos piernas por lo que me pidió separara estas y empezó a darme una masaje suave y delicioso en mi espalda, brazos y cuello, me gustó mucho, luego bajo directamente a mis nalgas y empezó a masajear con ternura las dos nalgas y de pronto sus manos empezaron a recorrer mi orificio anal, bajando hasta la base de mi pene, que ya le había excitado a él y a mí al extremo que sus caricias ya fueron mucho más frontales y lo cual disfrutaba  muchísimo tanto el como yo, de pronto me dijo, te sientes bien.? Y le dije que me siento muy bien.
Me dijo acercándose un poco a mi oído derecho, sabes que estoy excitado, no te molesta? Entonces le dije, por favor, no te sientas mal, yo también estoy excitado y gracias por tu confianza, así que no te detengas y siéntete cómodo, para acto seguido girar mi cuerpo y ponerme frente a frente con Darío, el encima y yo por debajo, se sonrió un poco y dejo caer muy despacio su cuerpo sobre el mío, se encontraron nuestros penes que estaban muy erectos y esto hizo que nuestras miradas se confundieran en un beso apasionado con movimientos de nuestros cuerpos que rozaban nuestros penes.
Me dijo, Gabriel, nunca en mi vida había experimentado esto, es obvio que tenía cierta curiosidad pero jamás me imagine que podría suceder y me alegra mucho de hacerlo contigo, a lo que le respondí que yo también estaba muy feliz y ...