Profesor - Relatos Eróticos

Profesor

... alguien de afuera me escuche y también el ruido que hacía la mano del profesor contra el culo.

—Quiero más profe

Se levantó del asiento y me tiró al piso poniéndome en cuatro. Antes de volver a metermela me empieza a chupar el ano y yo estaba que me volvía loca con los gemidos. Levantaba cada vez más las cadenas y abría más las piernas para que pudiera tener todo lo que él quisiera, donde decidiera metermela que me la meta total ya estaba entregada. 

—¡Así, profe! ¡Así!

Estiraba mi mano y la ponía en su cabeza para empujarlo y que me meta más la lengua.

—¡Metame la verga! ¡Por favor!

Ya estaba en otro mundo, desesperada porque me la meta por el culo.

—¡Quiero sentirla toda en todos lados! 

Me dejó de chupar y se encaminaba con la pija en la mano para metermela por el culo de una vez. Me comenzó a acariciar toda la raja y también el ano pero sin metermela y yo sentía como el ano se me contraía y soltaba cada vez que lo rozaba.

—¿Qué querés?

—¡Que me la meta!

—¿Donde?

—¡Donde quiera pero metamela!

Ya no pensaba, me volvía loca provocándome mientras me acariciaba la concha y la raja del culo con la verga. De un momentó a otro me la metió en el ano y grité de dolor.

—¡Síiii! ¡Sí, profe! ¡Toda adentro!

Me hizo caso, la metió a toda entera de un solo tirón y me dio varias nalgadas que me dejaron el culo ardiendo pero no me importaba. Quería más y más.

Me empuja la cabeza contra el piso con la mano y comienza a embestirme con toda su ...

... fuerza.

—¡Te tenía unas ganas, putita! 

—¡Rápido rápido! ¡No pare!

Me agarró el pelo y con fuerza me tiró la cabeza para atrás. Me dolía igual que el culo, pero mientras más me dolía más le grita para que no pare y me dé más duro.

No paraba de temblar y de gemir que hasta parecía una actriz porno. Mientras me tenía la cabeza agarrada por los pelos me comencé a apretar duro las tetas y atirarme de los pezones.

Trataba de no gritar pero era imposible, cada vez me enloquecía más. Me estaba montando como a una yegua y yo estaba gozándolo como ninguna otra puta.

—¡Más duro, más duro!

Me hacía caso y mí culo reventaba contra sus bolas.

—¡Así! ¡Me encanta que me la meta toda!

Me levanta otra vez de los pelos sin sacarme la verga del culo y me pone contra la pared. Cómo buena perra me abro de piernas hasta más no poder y le estiro el culo para que me la siga metiendo.

Sentía que iba a explotar de tanto placer. Me agarra de las tetas y me pega contra su pecho haciendo un fuerte ruido con cada embestida rápida que me daba.

—Te la vas a tragar toda, tengo toda la leche para que la tragues.

—¡Síii! ¡siiii! Todita en la boca, por favor

Se me dificulta la respiración cuando me agarra del pelo y me tira la cabeza para atrás y me embiste como un animal desesperado. Me siento llegar al orgasmo y le baño toda la verga con mis jugos. 

—¡Aaaaah! Que rico

Me ano se contraía contra su verga y ya la sentía lista adentro mío. Me tira al piso y me la coloca ...