El primer polvo con Leónidas - Relatos Eróticos

El primer polvo con Leónidas

No quiero hacer el ralato, pero es algo que por algún tiempo a cada dos o tres meses, casi me vuelve loco y me mata se deseos, por acariciar una verga y hacerle una paja, pero mejor si me la clavara en mi culo otra vez apretado y me acabará adentro.
 Con Leónidas fuimos amigos por mucho tiempo. Compartimos deportes, paseos, aventuras, íbamos a los bailes sociales a ver qué culito caía; cuando visitábamos otro pueblo aprovechamos para ir al cine e ir a refaccionar. Algunas veces se quedaba a dormir en mi casa o yo  en la suya.
Éramos bien cuates. Así que todo fue alegría. Lejos estaba yo de imaginar que nuestra amistad tomaría otra dirección.

El se había graduado de laboratorista, pero no tenía un trabajo, así que lo obtuvo a través de un diputado al que le pagó algunos miles de pesos, por conseguirle trabajo en un hospital. La oportunidad llego, entonces, como siempre me pidió que lo acompañará a la ciudad a recoger su nombramiento.
La cuidad estaba muy retirada de donde vivianos por lo que un día no era suficiente para ir y volver, eso quiria decir que por ley nos quedariamo en alguna pensión.
Fuimos a la casa del diputado, seria la una de la tarde, el señor le entregó un papel, Leónidas saltaba de alegria. Caminamos a una librería a comprar una carpeta para el papel que para mí amigo era muy importante.
A las dos de la tarde fuimos a un comedor, almorzamos y nos quedamos viendo la tele, había una repetición de un partido de la sele. En fin, paseamos por la ...

... catedral, visitamos un museo, para matar el tiempo.

Sin darnos cuenta ya abia oscuresido. Buscamos una pensión cercana a la terminal de buses para salir de vuelta a las dos de la mañana.

En la pensión había un pequeño comedor, cenamos y igual nos quedamos viendo tele.
 A la s ocho nos fuimos a acostar. Era un cuarto simple, con una cama. Como ya habíamos dormido juntos varias veces no había nada se eatraño.
Leónidas le pidio que me quedara en el rincón.
Hacía mucho calor, nos desvestimos, quedamos en plallera y en caIsonsio. El apago la lámpara. Yo me voltie viendo a la pared negra, me queria dormir porque estaba muy traginiado. Estaba casi dormido cuando sentí que Leónidas se acercaba a mi, pero su respiración no era normal, respiraba muy seguido y fuerte, el aire lo sentia en mi cuello, se pronto, senti que su brazo abria el mio pues lo tenía pegado a mi costado derecho. Yo me hice el dormido, cuando pudo meter su brazo me empezo suavemente a haser cosquillas en el onbligo, después subio a mi tetilla , empezo a haserme círculos. Me pregunto si estaba despierto, yo no dije nada, nada.
Su respiración se hasia mas rápida y con su manoseo empese a sentir muchas cosquillas.
Eso me recordó lo que se siente al ser cojido por otro hombre. Desde los seis o siete años me quitaron la virjinidad, entonces ya abia provado dos hermosas vergas, la del que me desvirgo y la de otro amigo. 

Leónidas estaba pegado a mi, su torso sudoroso estaba mojando mi espalda. Su verga estaba en la ...