1. El primer polvo con Leónidas


    Fecha: 16/04/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Juanes Luis@, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... entrada de mis paradas nalgas, la separaba sólamente los calsonsios. Me empecé a calentar. Llevaba como cuatro años de aber dejado de ser como cojido, se me avía olvidado ese dolor sabroso que se siente cuando la verga empiesa a romper la resistencia del culo, pero después se convierte el un dolor agradable.
    Mi ano se empezo a humedecer al sentir esa rica esa verga gruesa,  en la entrada de mi culo.
    Mi corazon empezo a querer salirse de mi pecho, latia fuerte, como un caballo o lyegua en carrerarada. Quise resistirme pero pudo mas la calentura. Queria ser cojido, deseaba esa verga dura como fierro romperme el culo y me diera asta el cansancio. Asi que le pegué mas el culo, me arrime a el. Mi nuevo pecado, lo sintio y entendio el mensaje : cojeme, cojeme.
    Yo estaba mojado de sudorby de deseo, anseaba ser perforado. Mi verga goteaba y mi culo estaba palpitando de deseo.
    El se quitó el calsosio  y casi arrancó el mío. Diriji mi mano derecha a su organo parado y mojado, caliente como un horno, venoso como ramas de un arbol, lo agarre, lo senti delicioso. En ese momento olvide todo, a mi novia, trabajo, en fin. 
    El me besaba el cuello y me hacia sentir como siente una mujer cuando es clavada con una ...
    ... verga vigorosa. Con su miembro a reventar 
    Lo diriji a la entrada de mi orto, lo restregue un momento y me hise para atrás, el lo empujó. Me dolio lo que dice un parpadeo y luego entró asta sentir sus huevotes en mis nalgas paradas. Ufff que rico, delicia. Me metia su hermosa verga con una furia indescriptible.
    Mi verga mas pequeña estaba dura como una tranca. Me empese a haser una paja. 
    Mi amigo, ahora con derechos me estaba asiendo feliz. Me decia que estaba mas rico que su mujer, que yo si le aguantaba la verga, porque su mujer hera una llorona y que lo dejaba con ganas, pero que alfin conseguia a alguien aguantador.
    Ese entrar y salir de su macana duro por treinta minutos, me empesaba a arder mi culito feliz. Despues de sentir esa sensación que casi olvidaba, la volvi a aser mía.
    Ese baiven furioso se iso mas intenso lo que me iso taparme la boca para no gritar de placer. El jadeaba, jadeaba y de pronto su verga ganó en grosor, se incho más, Leónidas me lleno con sus chorros de leche caliente y quedó casi dormido atras de mi cuerpo feliz. 
    Ahora que paso mucho tiempo me gustaría encontrarlo y poder recordar esa vez, derepente me vuelba a meter esa verga deliciosa. 
    
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