Mi vecino me sorprendió - Relatos Eróticos

Mi vecino me sorprendió

... contó de su vida en Capital, de su trabajo y de su futuro casamiento, que se aburría un poco en esos días lejos de su casa, pero que mataba el tiempo mirando pelis de todo tipo. - ¿Cuáles te gustan? le dije… -De ciencia ficción, acción… y las pornos me vuelan la cabeza, contestó. Soltó una risa y le dije: - ¿Tanto te gustan las porno? Y me respondió: - Si… más ahora que no tengo con quien ponerla y alguna pajilla me tengo que hacer. Noté que se puso un poco colorado y que me esquivó la vista mirando para abajo. Me di cuenta que algo raro pasaba, porque se puso muy nervioso. Agarró las tazas del café y las llevó a la cocina como queriéndose escapar de la escena. Cuando se levantó vi que tenía una erección impresionante… esa pija debía medir 20  o 21cm fácil… era un cañón entre esas piernas (luego descubriría que era cierto).
Cuando regresó de la cocina me dijo que miraba alguna que otro porno y que eso lo calentaba mucho en tiempos de “soledad”. Le contesté: -Se nota… y me dijo:  -¿Por?... -Porque se te paró la pija mal recién, le respondí. Largó una carcajada nerviosa y dijo: -Hace mucho no la pongo y necesito depositar mis fluidos seminales en un agujero ya!!! respondió en forma de broma. Y siguió: -Tengo que pedir ayuda urgente. Le dije (para tantear la situación), que yo no conocía ninguna mina que lo pudiese ayudar. y me respondió: - ¿Y algún amigo tenés?. Me quedé mirándolo sin palabras porque no esperaba que me dijera eso y siguió: -Salvo que el favor me lo quieras ...

... hacer vos y de paso te pago la gauchada de internet. Sin dudarlo le pregunté: ¿te animás a que te la chupe un tipo?... -Y… ¿si me ayudás? Me dijo que solo una vez había estado con otro hombre, pero solo le había chupado la pija. Me invitó a pasar a la habitación. Mi grado de calentura  no lo podía registrar con ningún termómetro. De saber que le iba a mamar la verga a ese pibe, me corría un escalofrío por mi cuerpo. 
Entré a su cuarto, prendió la luz y me senté en la cama mientras veía como se sacaba las zapatillas y se bajaba el pantalón. Tenía una verga muerta divina, que caía sobre un par de huevos que le colgaban enormes y rozados, cubierto por una mata de vello púbico impresionante… muy espesa y sedosa. –No sé muy bien cómo funciona entre hombres porque no tengo casi experiencia, me dijo… y eso más me calentó. Le hice un gesto para que acercara su poronga a mi cara y le empecé a acariciar las bolas, a darle besos en toda su pija, que ya empezaba a crecer, y a meter mi dedos y acariciar esa selva de pelos largos y abundantes que era su pubis. Le corrí el escroto y descubrí el glande rosado y húmedo, que no dude en llevarme a la boca. Lentamente me la fui metiendo hasta el fondo de mi garganta. Javier empezó a gemir. Yo subía y bajaba con mis labios que apretaban todo el contorno de su verga, que ya estaba a full en sus 20 cm. Mi calentura era tal, que ni arcadas me daban… la garganta se abría sola.  Mientras se la mamaba le acariciaba ese par de bolas divinas. Me pidió que ...