1. El Chico del estacionamiento


    Fecha: 22/04/2020, Categorías: Tabú Tus Relatos Autor: Nancylu, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Desde que me crecieron las tetas sentí la necesidad de ser cogida con fuerza y pasión por un hombre que tuviera una verga bien grande y sabrosa, con el paso de los años fui desfogando esa ansiedad, a ratos con mi novio en turno y aveces haciendo realidad mis sueños salvajes haciéndolo con extraños. Ya les contaré cada uno de esos encuentros que para mí son los más deliciosos, quizás por ser prohibidos, inesperados, el que hoy les cuento sucedió en una desafortunada ocasión (para mi novio) en la que yo estaba calientísima, con ganas de verga y no pude ver a mi pareja. Me había arreglado especialmente para la ocasión, recuerdo haberme puesto un sostén de lencería de color verde agua que resaltaba mis blancos y grandes senos, muy escotado y con varillas que enviaban mis tetas al infinito, por debajo de la tela mis pezones y mis areolas esperaban un trato digno, a mi me fascina que me los chupen y los succionen con fuerza... tanto que me parece que las chiches me han crecido a fuerza de masajes, besos, mamadas.
    Bueno les decía que ese día me molesté mucho porque mi novio venía tarde a nuestro encuentro, yo manejaba entonces un auto compacto que metí apresuradamente a un estacionamiento, en cuanto estacioné el carro y bajé del mismo me  percaté de la mirada desvergonzada del chico que me estaba recibiendo las llaves. Sus ojos se fijaron primero en los míos y de ahí bajaron por todo mi cuerpo hasta regresar a mis senos que bailaban juguetonamente bajo mi blusa pegadita. La verdad ...
    ... no me sentí ofendida sino alagada al pensar en el efecto que mi cuerpo y mi cara tenían sobre ese joven. Calculé que tendría unos 17 o 18 años. Sonreí  mientras salía del lugar.
    Regresé al poco  rato ya que decidí no esperar a mi novio, mientras caminaba de regreso al estacionamiento venía pensando en cómo me gustaría que me cogiera el chico que recién había visto ahí. En cuanto cruce la reja  del lugar lo vi y el se dirigió magnéticamente hacia mi. Me sonreía y no dejaba de mirarme las tetas. Con decisión le dije: "Oye, ¿te gustaría jugar un rato conmigo?" En este momento yo ya había observado a mi alrededor y me di cuenta de que a esas horas parecía no haber mucha afluencia de carros, no había mas usuarios que yo, ni más encargados que él.
    Y tal como lo esperaba, no chistó, su sonrisa se amplió y así sin más el muy facilote me contestó: "acomódese en su carro y ahorita voy."
    Casí corrí hasta mi auto, me metí, desabroche un poco mi blusa, estaba en eso cuando el chico entró por el otro lado, enseguida se me fue encima, me besó en la boca, bajó por mi cuello y terminó de abrir mi blusa, me encantó ver cómo habría la boca mirando mis senos aprisionados por el sostén, le encantó mi lencería, sin quitarme el brassier metió la mano ayudándose con la otra para botar mis pechos por encima de el. Para ese momento mis areolas que son de esas que se llaman de galleta por lo amplias que son eran el marco perfecto de los pezones erectos que nadamás por el poder de sus miradas estaban ...
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