1. Mi vecino me sorprendió (2da Parte)


    Fecha: 24/04/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Lucio, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... y a meter mi mano por la parte trasera de mi pantalón. Me acariciaba el culo con suavidad. Introdujo su mano por debajo de mi bóxer y fue directamente a la puerta de mi orto: -“Hijo de puta lo tenés re abierto…” y me empezó a meter el dedo. Yo no me resistí más y le dije: -“Cojéme loco por favor”. Javier me agarró, me sacó el pantalón y me apoyó la cabeza de su chota en mi culo ya muy dilatado. Le ensalivé un poco la verga… porque en seco me iba a hacer doler por más abierto que esté. Me apoyé contra la pared, me escupí en los dedos de las manos y froté mi saliva espesa por la puerta de mi culo. Javier me miraba mientras se pajeaba y se ponía más saliva en el glande, que a esa altura estaba a punto de reventar.
    Me puse contra la pared, arquee mi espalda, y mi culo quedó a su disposición. Me miraba como sin saber qué hacer. Le agarré la pija y se la apoyé en mi orto. Estaba tan abierto y lubricado que ni me dolió. Empezó a meterla, primero despacio y luego un poco más fuerte. Cuando terminó de introducir esa terrible pija, sentí como los pelos de su pubis rozaban mis glúteos y creí desmayarme de placer. Pasé mis manos por mi entrepierna hasta agarrar el escroto que contenían sus bolas, que empecé a acariciar y masajear.
    Al principio ...
    ... empezó a mover la pija dentro mio de manera circular… como si estuviese revolviendo algo. Luego comenzó a meterla y a sacarla despacito hasta que se calentó con mis gemidos. 
    A esta altura, Javier estaba que volaba. En uno de sus movimientos sacó la pija hasta la punta de la cabeza y se la escupió para lubricarla… y ahí empezó a meterla y a sacarla como un animal. Me agarró con fuerza y me apretó contra su pecho, mientras me besaba el cuello y el lóbulo de la oreja. De repente y sin aviso, sentí como se ahogó en un grito y su terrible caño empezó a vaciarse dentro de mí. Como era de esperar, salieron litros de leche espesa (tal como la primera vez). Nos quedamos un rato mudos. Su pija estaba metida dentro hasta las bolas, que latían sin parar. Lentamente la empezó a retirar y noté como entre mis piernas corría su semen aun tibio, que salía de mi culo abierto. El flaco me había partido al medio… yo estaba exhausto pero feliz, y él había logrado su sueño… hacerle el orto a alguien.
    Luego de algunos encuentros más, Javier volvió a su ciudad. Siempre nos escribimos… y por supuesto… cuando tenemos la oportunidad de vernos, nos encontramos de manera clandestina (lo que suma sensualidad y calentura a la situación), y garchamos apasionadamente. 
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