CON UN VIEJO DESCONOCIDO EN LA VISITA AL SHOPPING - Relatos Eróticos

CON UN VIEJO DESCONOCIDO EN LA VISITA AL SHOPPING

... entonces él se quedó quieto sin querer tocarme. Me dice que pensaba que tenia mas de 18, pues mi cuerpo, mi altura me hacen parecer de mas años. Me pide disculpas y me dice que me valla tranquila, que no iba a obligarme a nada; pero le dije que estaba ahí por mi propia voluntad, que no era virgen y que me gustaban los mayores; pero él seguía incredulo mirandome así que me empecé a desnudar frente a él dejando todas mis curvas para su deleite, luego me fuí hasta su cama moviendome como gata mientras el se mantenia indeciso, sin saber si tomar a esta pendeja caliente por miedo a ser denunciado o regalarme una buena cogida. Me puse en 4 y le hice notar la argolla que sostenia las bolas dentro de mi culo. Recién ahí cambio su cara de susto a cara de pervertido, se me abalanzó a lamer mis nalgas y chuparme el clítoris mientras yo gemía como loca. Luego me gire y le pedí que me chupara las tetas tambien haciendome gozar un montón con cada mordisco que me daba. Estaba como loca con un viejo desconocido, sacandome la calentura acumulada de estos días. En un instante el viejo estaba desnudo con su verga dura ...

... lista para clavarme, pero lo frené para saborearlo un rato que me llevó a buscar su primera descarga en mi boca para tragarme toda su leche.
El viejo estaba muy bien fisicamente para ser un cincuenton, se incorporó para seguir saboreando mis agujeros y en unos minutos su verga estaba lista para penetrarme metiendo su verga de una sola estocada hasta el fondo. Solo le bastó unos cuantos movimientos para hacerme llegar y ver estrellas de placer. Así que le pedi que me quitara las bolas del culo y me clavara por ahí. En cuanto me las quitó puse unas almohadas debajo de mi estomago y me recoste con mi culo arriba para que me clavara con fuerza, así que me tiraba todo su peso en cada estocada haciendome delirar y morder las sabanas del placer. Empezó a golpearme mas fuerte mientras su cuerpo temblaba por el polvo que se venía mientras yo le decia que me deje toda su leche dentro, pude sentir el calor de su semen en mi interior y se quedo quieto un momento descargando todo. Descansamos un momento, me cambié y me retiré al shopping a esperar a mis padres para volver a casa. Una siesta diferente y placentera.