EXTRAÑANDO A CACHITO - Relatos Eróticos

EXTRAÑANDO A CACHITO

... segundo chorro junto con mi primer orgasmo. Él estaba tambien muy caliente por casi un mes sin descargarse así que no descansó mucho esta vez y me volvío a montar mientras yo me relajaba aún boca arriba desnuda en la cama, con mi concha aún mojada, que recibío con espasmos de placer la gran verga, que con sus estocadas violentas me sacó el segundo gran orgasmo.

Despues de un descanso, desperté a Cachito con mis mamadas que hicieron reaccionar rapidamente su tranca, la cual la monte con mi culo que ya no daba mas del deseo de ser partido al medio por mi macho, quien curvó su cuerpo y me comenzó a comer los pechos con locura hasta hacerme llegar nuevamente, dejandomelos rojos por la presión y los mordisqueos que recibí. Directamente me sacó de encima, se paró al costado de la cama y me tiro de los pies poniendome a 4 pies para metermela nuevamente por atras con mas fuerza. Se vé que en esta posición estaba muy comodo por lo que me dío como nunca antes lo había hecho, sentír la fuerza de la estocada haciendo que semejante tranca entrara por completo mientras sus testiculos golpeaban mi clítoris a un ritmo veloz mientras yo daba gritos de placer. A esto mi perro vuelve a entrar a la habitación, sube a la cama y lo tomo para mamar su verga, lo cual no pude hacer bien ya que mi macho me sacudía toda por la fuerza con la que me estaba cogiendo. Parecía que tenia un motor detras ya que su ritmo ...

... no disminuía, saco sus manos de mi cintura y las llevo a mis hombros para hacer mas presión contra él hasta que se descargó en mis tripas. A mí me faltaba poco para llegar así que cuando me soltó me puse en el centro de la cama para que mi perro me montara y me sacara el orgamo pendiente. Me la metió por la vagina y me hizo venir justo cuando estaba creciendo su bola dentro de mí. Me tiré en la cama exausta, Cachito se recostó a mi lado y nos quedamos relajandonos un rato.

Despues de una ducha de compostura fuimos a comer algo para reponer energías, pero mi macho al verme desnuda nuevamente me volvío la sacudir la concha en la cocina para que luego el perro me limpiara los jugos y me diera la última montada del día abotonandonos con mi culo hasta que se descargó por completo dejando mis tripas llenas de su leche, la cual tuve que sacar despues con un buen lavaje de culo.

El domingo tambien me cogieron a su antojo, mi macho había hecho una gran reserva de leche durante estas semanas por lo que me cogio otras 6 veces mas ese día. Esta vez no estaba segura de haberme puesto la inyección a tiempo, y estuve varios días con el miedo de estar preñada y encima no saber cual de todos fué. Mi calentura no me hizo pensar y nunca me preocupe por los preservativos, solo quería coger y sentir sus leches dentro de mí. La semana siguiente tambien estuvo ausente, pero luego recuperamos el tiempo perdido.