1. Mi cita con mi amigo el médico


    Fecha: 06/05/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Jaime ardiente, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... su vientre hasta llegar al cinturón para aflojarlo y pedirle que quería tener en mi mano su rico pene a lo que dijo que claro que lo disfrutaría igual que yo, se colocó en pie y baje su pantalón  para ver qué en su boxer ya se dibuja una buena verga que empezaba a despertar, y a estar ya húmeda de su líquido preseminal, el pantalón cayó hasta sus pies quite sus zapatos y lo retire por completo, baje su boxer para liberar una rica herramienta de unos 19 centímetros, adornada con una lindas venas y un glande hermoso terminado en punta ya húmedo, si más, mi lengua lo rodeo y lamió para luego empezar a meterlo en mi boca y que llegara a su máximo esplendor, lo bese, lamí y chupe hasta introducirlo hasta donde mi garganta lo permitía. Pero le dije, quiero darte la mejor de las manadas a este rico caramelo , quiero que te acuestes s en la camilla de exámenes, pasamos a la sala donde estaba la camilla, nos besamos y me fue retirando también mi ropa, la camilla de exámenes tenía estribos pues atendía a muchas mujeres y eran para que las piernas quedarán bien abiertas, le dije coloca tus piernas en los estribos y coloca tu trasero hasta el borde de la camilla, así podría disponer para mí de su rica verga, sus bolas y su rico orificio, a lo que  sin más lo hizo, yo me senté en el banquillo donde el se hace para hacer los exámenes a las mujeres y me acerque y tomando una toallita húmeda limpiar su culito y darle el beso negro más rico del mundo, me levanté y fui hasta donde su cabeza ...
    ... reposaba en la camilla y la lavente para que pudiera ver lo que le quería hacer, lo bese y luego baje a su cuello, sus orejas y podía ver cómo su piel se erizaba, bese sus pezones lamí y mordi, para arrancarle suspiros y que me pudiera que siguiera así, que lo hacía poner cachondo y mi lengua hacia círculos en sus pezones, y yo también disfrutaba, baje a su abdomen lamí su ombligo y me encamine a su glande, lamí chupe y succione para chupar su líquido cristalino algo salobre pero rico, volví a la silla pequeña para quedar de frente a él y que pudiera verme, cómo mi lengua subía desde la base de su rica verga hasta la cabeza, para empezar a meterla hasta mi garganta, sacarla ensalivada y lamer sus bolas que mantenía sin vellos, su excroto algo largo contenía unos huevos cómo caramelos que me introduje uno primero en la boca y darle vueltas con mi lengua, luego los dos para darles una succionadas y chuparlas de lo lindo, sus gemidos eran más seguidos pidiendo que no parará y decirme lo bien que lo hacía sentir, y confirmarme que siempre había deseado ese momento y que me había deseado cómo se desea a una mujer,  por lo que me decía, sigue así, qué rico lo haces, cometelo que es todo tuyo, si maaaassss. Maaaass. Que rico, y ya mi erección era completa de solo estar dándole la mejor de las mamadas y luego dejar que mi lengua le hiciera círculos en su culito y mi lengua en punta tratará de entrar lo más hondo de el. Sus gemidos eran ya gritos suaves de placer. Aunque el caso es que ...