1. El calvario de Luciana (4)


    Fecha: 27/11/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... bien… Ya ves que placentero es el sexo…
    
    -Sí… es… es placentero el… el sexo…
    
    La jovencita aceleraba el movimiento de sus dedos mientras con el pulgar se estimulaba el clítoris y entonces Mónica volvió a hablarle:
    
    -Cuando tengas sexo con otras personas, hombres y mujeres, será mucho más placentero, pichoncita…
    
    -Con otras personas… hombres y… hombres y mujeres será… aaaaahhhhhhh… será mucho…. ¡¡¡aaaahhhhhhh!!!... mucho más… mucho más placentero ¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAHHHHH!!!... –y justo al terminar de grabar esa premisa en su mente explotó en un orgasmo interminable en medio de un grito que estremeció de satisfacción a la doctora e hizo que Luisa, alarmada, llamara a la puerta de la habitación.
    
    -¡¿Pasa algo, doctora?! –preguntó muy inquieta.
    
    -Nada, Luisa, todo está más que bien, jejeje. Quedate tranquila, jejeje. –contestó mirando a Luciana, que iba normalizando poco a poco su respiración. Cuando notó que nuevamente respiraba por la nariz y a un ritmo normal se sentó en el borde de la cama y le dijo:
    
    -Te masturbaste y eso te dio mucho placer, pichoncita, y a mí me gustó porque comprobé lo calentona que sos. Apenas te sobé un poco las tetas y la conchita te mojaste y tuviste que masturbarte. Sos una perrita en celo, Luciana, y eso queremos que seas. La señora Emilia, la arquitecta Graciela y yo queremos que seas una putita muy calentona, una perrita en celo todo el tiempo para tu placer y para el placer de todos los hombres y mujeres con quienes vas a estar. ...
    ... ¿Entendido, Luciana?
    
    -Entendido…
    
    Bien, veremos si lo grabaste en tu cerebro… Repetí lo que acabo de decirte. –le ordenó la médica y la jovencita dijo en el mismo tono monocorde con el que hablaba desde que comenzó el tratamiento con la hipnosis y la ingesta de la droga:
    
    -Me masturbé y sentí placer haciéndolo. Me excité cuando usted me tocó las tetas y la concha. Soy una perrita en celo y eso debo ser porque la señora Emilia, la arquitecta Graciela y usted quieren que yo sea una putita muy calentona, una perrita en celo todo el tiempo, para mi placer y para el placer de todos los hombres y mujeres con quienes voy a estar…
    
    La boca de la médica se curvó en una amplia sonrisa de satisfacción al ver que su trabajo en la organización había concluido, nuevamente, con un éxito absoluto. Se llevó a Luciana al baño y le ordenó que se higienizara, luego de lo cual la condujo nuevamente a la habitación y le indicó que se tendiera en la cama de espaldas. Ella se sentó en el borde y le dijo:
    
    -Cuando yo te lo ordene vas a despertar, Luciana, y cuando despiertes vas a recordar todo lo que te enseñé hoy y también que te masturbaste y el intenso placer que sentiste al hacerlo, porque ya sabés que en tu mente no debe haber ideas ni pensamientos y que debés vivir guiada sólo por tus sensaciones y en absoluta obediencia a la señora Emilia, a la arquitecta Graciela, a mí, a Luisa, la mucama que te atiende y a todos los hombres y mujeres con quienes vas a tener sexo cada día. Ahora ...
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