1. EN LOS SANITARIOS DEL SUPER


    Fecha: 11/05/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Mauricio Adalid Campos Navarrete, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... paladeándolo en forma entusiasta.
    Mientras lo hacía, desabrochó su pantalón y extrajo una hermosa verga, como de 15 cms, con una figura perfecta: muy cilíndrica y con una cabeza descubierta, que invitaba a saborearla también.
    Me senté en la taza, y teniéndolo de pie a mi lado, empecé a saborear tan rico instrumento…. Estaba perfectamente limpio… Con un aroma aún a jabón, que invitaba a paladearlo…. No me resistí y estuve mamando esa rica verga por varios minutos, mientras mis manos acariciaban sus nalgas redondas, suaves y firmes.
    Se salió de mi boca y me hizo señas para ponerme de pie, lo cual hice sin retardo. Nuevamente introdujo mi verga en su boca y continuó con una mamada de campeonato. La inquietud por ser muy discretos y no hacer ruido alguno para no ser descubiertos, provocaba en ambos un placer más intenso. Mientras me mamaba el pito, él se estaba masturbando…. El placer era enorme… Sentí que llegaba al clímax y se lo hice saber…. No se inmutó. Al contrario aumentó el ritmo de sus acometidas hasta que sentí como mi cuerpo se envarnecía al sentir la llegada de mi ...
    ... eyaculación. Mis contracciones placenteras casi me hacen doblar las rodillas, por lo que tuve que apoyarme en la pared, mientras oleadas de placer hacían vibrar mi cuerpo. Sentí como su boca también aumentaba la presión sobre mi pene, tragando mi tibia leche que llegaba a sus labios.
    Despegó su boca, y al enderezar su cuerpo pude ver como su semen había caído sobre una de sus piernas del pantalón, que limpiaba afanosamente. Nos besamos con deleite, dándome a saborear mi propio semen. Su lengua jugaba con la mía, como agradeciendo el mutuo placer que disfrutamos. Arreglamos nuestras ropas para retirarnos.
    Con cuidado se agachó para ver si había alguien esperando entrar a los servicios o haciendo uso del urinario. Para nuestra fortuna, estaba el campo libre, por lo que saliendo primero él y en dos minutos yo, desocupamos ese privado que nos permitió gozar de unos momentos de intenso placer.
    No tuvimos la oportunidad de intercambiar nuestros números telefónicos, pues cuando salí, ya no lo vi por ningún lado. Pero que grato recuerdo dejó en mi mente.
    Mauricio Adalid
    mauricioadalid7807@hotmail.com 
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