1. Señor y muchacha (Parte 3)


    Fecha: 30/11/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos

    Laura se despertó al sentir la claridad colándose por las rendijas de la persiana. Estaba desubicada, se preguntaba dónde estaba. Notó que estaba abrazada a alguien, abrió los ojos y la primera sensación que tuvo fue de vergüenza. La persona a la que estaba abrazada no era Pedro, su novio. Antonio…
    
    Recordó la noche anterior. Salió con sus amigas. Recordó que algo le había empujado a ir a casa de ese señor. Había hecho el amor con ese hombre otra vez. Se ruborizó al sentir que estaba totalmente desnuda abrazada a él. La sábana había caído y bajó la vista por el estómago de ese hombre. Vio que él también estaba totalmente desnudo. Miro hacia la cara de él y vio que aún dormía. Su curiosidad la llevó a dirigir de nuevo su mirada hacia abajo. Bajo el ombligo reposaba el sexo de Antonio. Lo observó detenidamente. Se preguntaba porque siendo así feo la atraía tanto. La piel no llegaba a cubrir el glande. Solo había visto a su novio desnudo y no podía evitar compararlos. Aquel glande era grueso, más que el tronco del sexo. Le llamaba la atención su color amoratado. A lo largo del tronco se marcaban mucho las venas. Le sorprendió que casi no tenía vellos, pensaba que eso de afeitárselos era cosa de la gente joven. Observó sus testículos. Eran grandes, estaban cubiertos de vellos cortos. Eran vellos canosos como los que tenía en la cabeza y pecho. Sintió esa sensación de nuevo por su cuerpo. No se reconocía ni a ella misma.
    
    Miró si seguía durmiendo y con muchos nervios acercó ...
    ... su mano. Pasó la yema del dedo índice por aquel tronco, recorrió con el dedo el camino que seguían las venas. Su dedo rozó los testículos y nerviosa abrió la mano y la puso en ellos. Un escalofrío le recorrió el cuerpo al acoger con delicadeza los testículos de Antonio con su mano. Los acarició con cuidado como dándoles un masaje. Laura enseguida sintió que aquel contacto la había hecho mojarse. No entendía que le pasaba con ese señor. Su vagina nunca se había mojado tan fácilmente. Recordó la noche anterior... Antonio la había lamido y besado entre las piernas. Nadie le había chupado entre las piernas y Antonio lo había hecho sin ni siquiera ella pedírselo. Al recordarlo sintió una sacudida eléctrica en su clítoris. Notaba sus muslos húmedos. Su sensible rajita estaba derramando su deseo por ellos. Instintivamente adelantó sus caderas para unirse a la pierna de Antonio.
    
    Tenía vergüenza de despertarlo y se movió frotándose despacio. La excitaba acariciar de esa manera a Antonio. Sorprendida sintió que aquel sexo comenzaba a moverse. Miró la cara de Antonio. Sus ojos cerrados le indicaban que estaba provocándole una erección aun estando dormido. Se maravilló por ello. Con mucho cuidado de no despertarlo puso su mano sobre el pene. Deseaba sentirlo crecer. El tacto de su mano lo hizo crecer rápidamente, en pocos segundos se había hinchado totalmente. En su mano sentía como aquel sexo palpitaba bajo su mano. Laura ni era consciente que cada vez se frotaba más rápido contra el ...
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