De activo a pasivo, dejé de ser vírgen - Relatos Eróticos

De activo a pasivo, dejé de ser vírgen

Hace dos años atrás solía ser activo, me gustaba hacerlo con chicos que conocía a través de redes. Y al parecer era muy bueno. Las personas con las que estaba solían terminar complacidas.
Pero un día conocí a Rodrigo, el era un chico alto de mi colegio. Ambos participamos en algunas orgías con otros muchachos, siempre la hacíamos de activos.
Rodrigo era fan de las pajas en pareja, algunas veces competíamos para ver quién de los dos se corría más.
Fue un martes que conocimos a Julián, él era pasivo y quería intentarlo con dos personas a la vez, yo y Rodrigo aceptamos. Quedamos en juntarnos en la casa de Rodrigo para la hazaña.
Julián era bastante femenino y súper entregado al sexo, Rodrigo comenzó a penetrarlo mientras Julián tenía mi miembro en su boca.
Estuvimos así por casi media hora, Rodrigo decía que era uno de los mejores pasivos que había penetrado y me invitó a hacerlo. Julián se voltió y empecé a penetrarlo. Parecía disfrutarlo mucho.
Después de 15 min más o menos Rodrigo se había corrido en la boca de Julián, este estaba extraciado con el momento, bajó un poco más la cabeza y levantó la cintura, era de infarto estar dentro de él.
Rodrigo se sentó en un mueble que estaba a mi espalda a ver como lo hacía con Julián, después de unos minutos pude percatarme que estaba erecto una vez más.
Cogió algo de lubricante y se lo puso en su miembro, empezó a masturbarse, salí de Julián y le dije que era su turno porque ya me había corrido.
Julián se paró en ese momento ...

... y dijo que ya no podía más, que le gustaría repetirlo pronto, pero que por ese día era suficiente. 
Rodrigo le insistió que se quedará un poco más, pero Julián se cambió y salió con prisa.
Le dije a Rodrigo que tenía unas ganas locas de seguir, que quería correrme una vez más. Rodrigo me dijo, con calma amigo que si sigues así terminaremos cogiendo aquí. Yo reí.
El seguía aún erecto, le dije que mejor me fuera porque no quería terminar como pasivo de ese pene tan grande, el sonrió y dijo que siempre quiso que así fuera. Con tono serio le dije que no era pasivo, que ni siquiera lo pensaba. Él me dijo que no lo pensaba porque nunca lo había visto con atención.
Lo miré y le dije que no pasaría, me acerque a la cómoda en la que estaba mi ropa y me dispuse a cambiarme.
El se acercó a mí y me abrazo, sentí su pene aún erecto entre mis nalgas. No sabía que hacer, su pene estaba mojado de lubricante y lo sentía. Quise voltear, pero presionó fuerte mi cuerpo hacia delante.
Le dije que no, no deseaba ser pasivo.
Él era grande, mucho más alto que yo. Así que resultó imposible deshacerme de él. Sentí como su miembro rozaba mi entrada y por alguna razón ya mi cuerpo lo había aceptado. En ese momento todo lo que pensé de no ser pasivo me parecía tonto.
En mi mente empezó a circular todas las caras de placer que había visto en los chicos que penetré, empecé a considerar tener el miembro de Rodrigo en mí.
Retrocedía la cintura, cada vez la acercaba más al cuerpo de Rodrigo, el leyó ...