1. Mi Policía Privado - #01


    Fecha: 01/12/2017, Categorías: Gays Autor: Oliver.Rocca, Fuente: SexoSinTabues

    ... de verificar que no poseía un arma. Sentí sus manos ir hacia mi pierna derecha y comenzar desde abajo a tocar hacia arriba. Si sus palmas se iban de los movimientos establecidos, el oficial notaría que me excitaba. Suspiré de alivio cuando se detuvo a una distancia prudencial de mi entrepierna y volvió a empezar la secuencia con la pierna izquierda. Pero esta vez no hubo distancia prudencial donde detenerse, sino que continuó subiendo hasta que sus manos chocaron contra mi verga erecta. Lanzó una risa que me heló la sangre. Lo había notado. - ¿Te gusta esto, no? - preguntó. Noté que en su pregunta había disminuido el tono de su voz, porque pese a que la calle estaba oscura y desolada, podíamos escuchar el sonido de los grillos en la entrada del bosque. Eso significaría que cualquier podía escucharnos a nosotros. ¡Plaf! Sus palmas me dieron de lleno en las nalgas, provocándome que me desestabilizara pero que me excitara aún más. - Te pregunté si te gusta esto - insistió. - Sí. - susurré. - Me gusta. Pude escuchar el sonido de una cremallera al bajar. Traté de tranquilizarme ante lo que iba a suceder. - Date la vuelta y ponte de rodillas - ordenó. Obedecí. Apenas pude divisar su cuerpo, pero al ponerme de rodillas noté su gran miembro que apuntaba directamente hacia mi cara. - Chúpala - ordenó. Me lo metí en la boca, con la experiencia que me caracterizaba a la hora de hacer aquello. El oficial no lanzó ni un suspiro de placer en el momento en que lo realicé, pero apenas abrí ...
    ... mi boca me tomó del pelo y comenzó a moverse con sutileza, penetrándome por la boca. Al principio lo hizo con suavidad, pero acorde iban las embestidas, iba aumentando el ritmo. Tuve que apartarme de él porque me estaba atragantando con mi propia saliva. Pero no me dio más de medio segundo de respiro, cuando volvió a colocar su verga frente a mi boca, indicándome que debía seguir complaciéndolo. - ¿Agente Méndez? - preguntó una voz sobre el radiotransmisor que tenía. - Acá, base. - Soy yo, Elisa - dijo, inmutable sobre lo que estaba realizando. - ¿Qué sucede? Que haya podido hablar con tanta tranquilidad, como si en realidad sólo se encontraba paseando en auto, me llenó de morbo. - Calle Herreros al 452, Nahuel - indicó Elisa. - Otra vez. - Voy para allá - dijo, el que se llamaba Nahuel. Cortó la llamada. - Ya escuchaste, tengo trabajo. Párate y bájate los pantalones. Sea lo que fuere que pasara en la calle Herreros al 452 podía esperar a que el hombre acabara con sus trámites. Me paré obediente, me di vuelta y bajé mis pantalones. Quise verter saliva en mi ano para lubricarme, pero el miembro de Nahuel encontró un sitio antes. Lejos de la sutileza de la mamada, entró como si nada, haciéndome estremecer por la poca piedad por mi integridad. - ¡Aaaaahhhh! - exclamé. - Cállate - ordenó. - No te hagas el que no estás acostumbrado, putito. Me tiré sobre la pared, de pie, mientras mi ano recibía y despedía a su miembro como si fuera un habitual de mi cuerpo. En un momento, sólo ...