Su gran polla sudada II
Fecha: 29/05/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Logkane, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... Quiero ver si puedes fingír que todo va bien".
"Pero, no puedo andar con eso dentro", me quejé.
"No te he preguntado si quieres hacerlo. Si te vuelves a quejr te haré salir a comprar afuera con el".
Cuando me lo intenté meter, aun en el suelo, el me miraba, frotándose la polla cubierta de mi saliva. Me sonreía mientras yo gemia en el suelo. Mis rodillas se apollaban en el suelo, pero mis dos manos estaban ocupadas restregando más saliva por el orificio anal. Me metía los dedos en la boca y luego lo restregaba con una mano, con la otra, me lo metía poco a poco. "Date prisa que le queda poco, puta".
Intenté relajarme, pero aún temía mientras me lo metia. En cuanto entró, suspiré. Ya estaba dentro, y yo estaba tirado en el suelo sudado, gimendo, sintiéndolo dentro de mi. "ahora ponte de píe". Lo intenté, gimiendo casi constantemente.
Una vez de pie oí el timbre sonar. "Ya sabes que hacer", me dijo el, aun con su polla en su mano. Intenté andar, con mucha dificultad, notandolo en mi interior. Llegué a la puerta y la abrí, sudando y respirando lentamente. Estaba curvado, porque no me podía ...
... poner recto.
El hombre me miró con una cara sospechosa. Firmé donde tenía que firmar y me miró con algo de asco. Volví a la habitación con el paquete. "Aquí está, amo".
"Bien", dijo mientras lo abría. De él sacó un tanga para hombres. Dejaba en culo al descubierto, y un pequeño espacio para el pene. "Verás, esto lo vas a llevar de ahora en adelante. Vayas donde vayas lo vas a llevar. Y si te pido foto, te irás al baño más cercano y te sacarás foto para que pueda ver que si que lo llevas. Entiendes puta"?
Asentí, sin apenas poder hablar. El me agarró del pelo y me volvió a acercar a su brutal polla. Me la volvió a meter hasta la garganta. Yo hacía ruidos mientras me volvía rojo. Lo único que salía de mi boca eran gotas de precum y saliva.
Minutos después se corrió en mi garganta. Yo me quedé ahí, tragando todo lo que podía, como una buena cerda. "Bien hecho puta, ahora sácate el butplug, ponte el tanga y sal de mi casa".
Otra vez, cinco minutos para salir. Esta vez no me dolió tanto el culo, pero la garganta me ardía de sus semen. Y otra vez me tocaría volver a casa oliendo a su polla.