Solitaria en la noche
Fecha: 02/12/2017,
Categorías:
Masturbación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... eternidad, mientras aprietas la palma contra el clítoris. Ahora mismo no encuentras explicación a no estar siempre así, con un dedo dentro de ti hasta cuando vas al trabajo, cuando vas a comer a casa de tus padres, cuando te vas a confesar, si lo hicieses….
El dedo entra y sale al ritmo de tus tonterías mentales, que así mismo, van al ritmo de los golpes en la pared.
Tu otra mano, envidiosa por naturaleza, empieza a buscar ocupaciones. Comienza por recoger tu camiseta hacia arriba, pasando sobre tu ombligo, el único agujero al que aún no has encontrado utilidad ni uso, recorriendo las costillas una a una a modo de cuenta atrás.
Contando costillas, el dedo medio se ha unido al índice dentro de tus entrañas.
Sabedores de tus dimensiones, los dedos se limitan a entrar y salir sin forzar. Los dos dedos colocados en paralelo te abren en canal, mientras la otra mano ya frota una de las tetas.
Grandes y suaves círculos despiertan a un adormecido botoncito carnoso que ya presiona sobre la palma de la mano.
Los golpes de la pared desaparecen tan de improviso como han comenzado.
Tirando de tu imaginación, ves al tío estirado boca arriba pidiendo un cambio de postura.
Accediendo a sus peticiones, te pones de cuclillas.
Separas las piernas imaginando un cuerpo caliente y peludo bajo tus pantorrillas.
Hasta notas el rítmico palpitar del alargado ser que descansa entre tus piernas.
Levantas la cabeza como debe estar haciendo ella, mirando al techo pero ...
... concentrada en tu entrepierna.
Te la imaginas a ella sobre él, con las piernas a ambos lados de su cuerpo.
Te la imaginas aferrando el miembro.
Te la imaginas levantando el culo y dirigiendo la verga hacia su bulba.
Te la imaginas moviendo la mano hasta acertar con el punto de acceso.
Te la imaginas cerrando los ojos y mordiéndose el labio superior para reprimir el exceso de excitación.
Te la imaginas bajando el culo….
Tu mano pasa por detrás de tu culo. Posas su dorso contra la cama y dejas tres de sus dedos rectos como estacas. La más perfecta imitación de una polla que puedes conseguir.
Sin dejar de frotar tus pechos, aflojas las piernas hasta notar tus labios mayores separándose en una gran sonrisa vertical. Antes que la sonrisa se convierta en carcajada, vuelves a subir.
Y bajas.
Y jadeas.
Y subes.
Y respiras.
Y bajas.
Y bajas.
Y gritas, levantando la cabeza como debe estar haciendo ella.
Grito tu nombre todo lo fuerte que puedo.
Ella grita el nombre de él.
Los golpes de al lado han dejado paso a un "ñec-ñec" de colchón maltratado. Está claro el cambio de dirección de la follada: del "Adelante-atrás", han pasado a un "arriba-abajo".
Te la imaginas aferrada a él, pasando las manos por sus perfectos músculos pectorales.
Te la imaginas desbocada como una amazona cabalgando un caballo fuera de control.
Te la imaginas con su pelo danzando sin orden ni compás, las tetas subiendo y bajando libremente.
Te la imaginas ...