1. Solitaria en la noche


    Fecha: 02/12/2017, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... haber perdido aquel desproporcionado consolador que desvirgó mi juventud.
    
    La suavidad de mi depilada rajita es infinita con tanta humedad acumulada ahí. Un consolador me penetraría con la facilidad que un cohete traspasa una nube.
    
    Joder, como añoras ese trozo de látex.
    
    Con el culo en pompa, la cara hundida en la almohada y las manos abarcando todos mis bajos, vuelvo a mover mis caderas a buen ritmo, subiendo y bajando mientras mi mano baja y sube y la otra presiona hacia dentro.
    
    El frotar me hace olvidar el juguetito (Si lo hubierais visto sabrías que el diminutivo es por el afecto que le tenía y no por su tamaño)
    
    Medio dedo desaparece en mi culito.
    
    Tres dedos me follan mientras el pulgar frota el hinchado y endurecido clítoris.
    
    Me vuelvo a imaginar a mi amiga gozando de la enculada, cubierta de sudor, con sus nalgas marcadas por las manos de su follador anal, y con su coño goteando dolorosamente.
    
    De repente, las difusas imágenes que recibe mi cerebro se vuelven nítidas, claras y me veo a mí con los ojos cerrados, la boca abierta en un mudo grito, sintiendo tus huevos rebotando contra mi coño, tus manos aferrando mis nalgas…El tiempo parece ralentizarse y todo lo que me rodea parece ir a cámara lenta, como si fuera una visión lejana.
    
    Todo vuelve a su ritmo normal, sólo por una milésima de segundo. Ahora mismo algo explota entre mis dos manos y todo se desboca y acelera a mi alrededor. Por unos instantes, aunque sólo sean unos segundos, huyo, ...
    ... salgo de mí, me hincho de luz y me aclaro, toco las estrellas y vuelvo a mi cuerpo sin memoria, feliz y con unos temblores que me hacen sacudir hasta el más escondido de mis músculos. Mi boca se abre hasta romperse, la lengua sale como un cohete en busca del cielo, los dedos de las manos se aferran a la sábana haciéndola sangrar, los de mis pies se separan en una cómica e imposible estampida, mi espalda se arquea hasta que la columna cruje, mi garganta grita hasta quedarse muda. Mis piernas se endurecen como las de una atleta, mi culo se contrae y mi vagina sufre un terremoto que ni el Richter ese podría valorar.
    
    En mi viaje estelar me he podido ver a mí con un dedo completamente introducido en mi ano, la otra mano aferrada a mi vagina. Por encima de la pared la he podido ver a ella con la cara contra la pared, casi llorando de placer, una mano aferrada a la nalga de él pidiendo que llegue aún más adentro mientras las patas de la cama tiemblan y crujen pidiendo un descanso. Él apretando su pistón contra las posaderas de ella queriendo partir su culo en dos, con sus perfectas abdominales tensadas, sus bíceps gritando de tanta tensión y su enorme polla entrando y saliendo de dos enrojecidas nalgas.
    
    Con la imagen de la polla de él deformando el culo de ella , los temblores de mi coño se van diluyendo, convirtiéndose en un sopor infranqueable. El cansancio se apodera de mi, la oscuridad se agranda, me abraza, me rodea … una vez, y otra, y otra, y….
    
    A la mañana siguiente me ...
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