1. Sueño húmedo


    Fecha: 09/06/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: G. Aleck Rusencko, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Anoche soñé contigo.
    estábamos tu y yo a solas; se que posiblemente estábamos en el cuarto de un hotel, a fuera se escuchaba el sonido de  la lluvia caer, y tras la cortina de este cuarto de luces apagadas, se notaba el fulgor de luces intermitentes de color rojo que brillaban hacía la calle.
    el cuarto era pequeño, había una cama matrimonial esquinada al fondo y frente  un mueble en el que había una tv apagada, un espejo, y un par de cajones debajo de este mueble, en el centro del cuarto había una mesa y dos sillas.
    tú estabas sentada mirándome, yo te miraba frente a mi, la mesa nos separaba un par de metros, cordialidad sobre la mesa, deseos por debajo de ella.
    se que platicábamos amenamente, realmente no recuerdo de que, podría los tocar temas filosóficos o vanales pero tú voz... un imán de mi atención, un imán de lujuria, una trampa para perderme en ti.  esa voz me seducía, me enamoraba mientras veía mover tus labios imaginando cada beso que te quería dar.
    nuestras piernas juguetaban de bajo de la mesa, dando caricias incitantes al placer y a la pasion.
    te levantabas y te dirijas a una puerta que llevaba al baño. cerraste y yo bebía agua en un vaso de cristal, pensando en ti, en ti cuerpo, en mis deseos, era feliz, estaba emocionado... 
    salias del sanitario después de un rato y tu figura era iluminada por un color rojo de las luces de neón de afuera, una luz intermitente una metáfora del infierno, del pecado y de la lujuria que en ti me esperaba. una luz que me ...
    ... hacía desearte como a nadie en mi vida. 
    cerraste la puerta del baño y te acercaste a mi de una forma provocativa, tus caderas se movían rítmicamente, tu cabellera suelta y salvaje caía por tus hombros, tu rostro, tu mirada, tus labios... 
    
    me levanté del cómodo asiento y fui hacia ti tome tu mano y con mi brazo te abrace de la cintura, uniendo nuestros cuerpos por primera vez, sellando a si nuestro pacto de silencio sobre la travesura que deseábamos vomenzar.
    besé tus mejillas, tu cuello, tus hombros... Y entre tus respiraciones agitadas, te susurraba cosas. poesía del alma y de la carne, versos que solo salen en la voz del momento y que jamás serán recordadas o repetidas fuera de esta habitación.
    una de mis manos subía por tu vientre y llegaba a tus pechos, y los acariciaba con ternura, mientras con la otra, te acercaba más a mi sintiendo las curvas de tu trasero repegándose a mi pelvis, iniciando el acto marital sobre la ropa.
    tomas mis manos y te soltabas de poco a poco, alejando te de mi, volteaste y me mirabas a los ojos, por un instante nuestras miradas se cruzaron y terminamos besándonos, abrazandonos haciéndonos amor y amantes de una noche lluviosa, húmeda y ardiente.
    al principio cada caricia fue hecha con ternura... después todo eso cambio; los besos fueron apasionados, más fuertes y ardientes de deseo, pequeños gemidos emanaban de ti, dulce melodía digna de afrodita, melodía creada por eros  e interpretadas por tu extasis.
    te separaste y me decías ven, ...
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