1. La tía, una fiera del sexo. Por venganza del marido, “atendió” a 3 amigos.


    Fecha: 02/12/2017, Categorías: Primera Vez Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    Esta es una historia familiar que la propia interesada y su sobrino, quien relata, ha decidido que se contada para servir de escarmiento a los maridos celosos y controladores pero que al fin de cuentas terminó haciéndola cornuda, en su propia cama matrimonial y con la pendeja que atendía la casa.
    
    Estaba convencida que esa vez que los pescó dándole una cogida tan gritada como escandalosa, no fue la primera, sino que es algo que viene sucediendo desde hace un buen tiempo. La bronca silenciosa devino en la elaboración de una premeditada venganza, dándole a probar su propia medicina.
    
    La tía Mara es considerada entre los varones de la familia como una de las mejores milf de las parientes, entre los primos hasta nos hacemos bromas sobre quién sería el primero en conseguir los favores de tan preciada veterana, aunque hasta el presente nunca habíamos tenido la menor oportunidad de acceder a los favores de la mejor tía.
    
    Entre los sobrinos era voz populi que al tío, esposo de Mara, se le iban los ojos en la muchacha del servicio doméstico de su casa, una pendeja bien pulposa, solo bastaba ver como se la comía con los ojos, tanto y del tal modo que intimida cuando nos pescaba deleitándonos viendo a la muchacha del servicio.
    
    Una tarde me llamó la tía Mara, que necesitaba verme por algo estrictamente confidencial.
    
    Me recibió en su casa, estaba sola, pero distinta, vestida con unas calzas de strech tan ajustadas como una segunda piel, remarcando esas deliciosas formas que ...
    ... siempre disimulaba con la holgada vestimenta, forzando la visión que pugnaba por perderse en ese trasero que va por una gaseosa y se regresa mostrando el buen “tetamen” contenido en el breve top de licra que se las eleva y realza el tentador volumen.
    
    La he conocido cuando se casó con el hermano de mi madre y desde ese momento siempre hubo entre ambos una corriente de simpatía, el trato cordial y directo hacía la diferencia con el resto de los primos que me envidiaban por ese considerado mimo de su parte.
    
    Siempre fue directa cuando hablamos, también lo sería en esta ocasión, con la salvedad que desde el inicio de esta plática se había saltado la diferencia generacional, el trato era más profundo y comprometido, entendía pero aún no alcanzaba a comprender el sentido hasta que se sentó a mi lado y comenzó a desgranar la confidencia sentimental:
    
    - Diego, eres un joven con quien tengo más afinidad, me has dado pruebas de tu discreción y confiabilidad, por eso voy a contar contigo para poder decir estas cosas que tengo atragantadas, no me preguntes para poder llegar hasta el final, solo escúchame:
    
    Este era el prefacio que me abría un lugar de preferencia en su intimidad, y comenzó a contar con todo el pesar de su alma y la afrenta de la infidelidad de su marido. – “Querido Diego, casi siempre me has visto sin ropas ajustadas, por que debes de saber lo celoso y controlador que es mi marido, por sus celos renuncié a mostrarme tan sexy como me ha conocido, he sido la mujer ...
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