La profesora del jardín - Relatos Eróticos

La profesora del jardín

Hola gente, empezaré describiéndome. Mi nombre es Ian, tengo 20 años, pelo liso café y algo rapado a los lados, moreno. Soy alto como 1.81, voy mucho al gym para cuidar mi figura fornida pero no a lo culturista, tengo unos tatuajes en los brazos y diría que mi forma de vestir es muy fresca, pues en donde vivo hace mucho calor.

Esta historia sucedió unos meses antes de la pandemia. Eran meses ajetreados, salía como a las 8 de la noche de la universidad y me iba a casa con mi padre y mi hermana mayor que ya tenía un hijo que asistía al jardín. Personalmente no era muy bueno con los niños, me estresaban y bueno...

Un día llegue temprano a casa cuando me encontré con mi hermana saliendo apurada.

- Ian menos mal llegaste
- Dime pues 
- Me llamaron del trabajo y necesitan que vaya para allá. Puedes pasar a recoger a Tomas (mi sobrino)?

No tenía más remedio. Esos últimos días estaba muy aburrido y caliente, pues había terminado con mi novia (una de las más sexys de la carrera) y el sexo con ella, a parte de ser muy bueno, era seguido, así que cualquier mujer que se pasara por mi lado se llevaba mi mirada.

Al llegar al Jardín los chicos estaban saliendo. Le pregunte a una profesora donde podía encontrar a Tomas y me dijo que en el salón de la esquina. Estaba empacando su maleta mientras una profesora que nunca había visto lo esperaba mirando el celular. Y vaya profesora. Era blanca, de mi edad o incluso menos, 1.70-1.75, pelo largo liso negro con rayos rojos, ...

... delgada, con una cintura bien definida, el abdomen que se veía en su camisa ombliguera, buenos pechos, tatuajes como los míos y sobre todo, unas piernotas que introducían de los mejores culos que he visto en mi vida. 

- Hola, a quien buscas chico?
- A Tomás, cómo estás?
- Bien pero...tú no eres Jonas (mi cuñado)
- Jaj no, no suelo venir. Soy el hermano de Lina.
- Ahh vale
- y tu?
- si, soy la profe de gimnasia pero me tuve que ausentar por unos meses. Pero pues es como...un trabajo de corto tiempo sabes, para ganar algo mientras estudio. 

Nos quedamos hablando harto tiempo. También le interesaba, no dejaba de mirarme los brazos y como tenía el pantalón de sudadera, debía estar admirando el paquete que le cargo.

- Zara, un gusto conocerte, nos vemos eh? Deberías darme tu número...
- Dale pues

Anotó su número en un papel y me lo dio. Nos abrazamos y me fui con Tomas. 

Era de noche cuando Tomas estaba haciendo tareas y olvidó entonces la cartuchera. Nada que la encontraba y mi hermana estaba agotada durmiendo. Así que me tocó ir al jardín en busca de la cartuchera. Había un celador que me reconoció porque había venido esta misma tarde así que no se preocupo en dejarme pasar.

Estaba oscuro pero había un último salón donde se apagó la luz. Fui hacia allá y vaya sorpresa...era Zara.

- Vea pues...
- Iaaan jaj, menos mal estás aquí. Esta cerradura se atasco y necesito a alguien como tú. 
- Por que como yo?
- Pues mírate no más esos brazotes. 

Estaba ...