Mi historia de amor y infidelidad
Fecha: 15/06/2020,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Cecilia, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
En el trabajo conocí Luis, una persona que estaba casado, su familia vivía en otra ciudad por motivos de trabajo él vivía en la capital e inicialmente me parecía antipática pero con el paso de algunos días cambie de opinión. Conociéndolo a fondo era una persona muy agradable, súper responsable y cariñoso que me atrajo por sus atenciones y al cabo de algunas semanas ya éramos de mucha confianza nos tuteábamos y a veces hacía chistes que sonaban a retos.
Mi carácter es de una chica seria y aunque tenía varios pretendientes ninguno había logrado pasar esa barrera. Sin embargo yo era una chica muy guapa, muchos me lo decían, 19 años, cabellos largos, pechos grandes, 1.50 de estatura, cintura y piernas muy bien formadas que muchos de mis amigos me decían cinturita de abeja.
En una de esas ocasione Luis me preguntó.. que harías si te diera un beso… quedé un poco en las nubes y me atreví a decirle… por qué no lo averiguas…
Eso fue el inicio de esta historia. Luego del primer beso que fue sorpresivo vino otro, un beso largo, dulce que nunca borrare de mi mente.
Empezamos a salir luego del trabajo a caminar y posteriormente me acompañaba hasta la casa. A los pocos días fuimos a su departamento. Creo que ambos queríamos estar a solas y sabíamos para qué íbamos. Apenas entrar la puerta nos comíamos a besos y sin más me llevó a su cama, al mismo tiempo que los besos seguían por otras partes de mi cuerpo me quitaba la ropa.
Y aunque yo ya había tenido un par de veces relaciones ...
... con un novio, esta experiencia fue inolvidable. Sus caricias, sus besos, me tocaba zonas que nadie lo había hecho, eso me puso a mil y mi cuerpo sentía sensaciones nunca experimentadas.
Empezó a penetrarme, en cada embestida sentía sus bolas en mis nalgas, su enorme pene entraba y salía sacando de mis entrañas gran cantidad de fluidos, yo gemía muy fuerte, a ratos le decía ya basta por favor… y él me tenía agarrada fuertemente mis nalgas y continuaba en su tarea sin contemplaciones sin oportunidad de que pudiera hacer nada. Estábamos así por una media hora, durante ese tiempo había tenido como dos orgasmos que habían manchado abundantemente las sabanas. Al final se vino dentro de mi dejándome una sensación extraña… sentir su semen dentro de mí me hacía sentir mujer.
Estábamos cansados que quedamos dormidos por un rato. Al despertarme estaba penetrando nuevamente, accedí sin decir nada, esta segunda vez fue me puso en cuatro y duró más tiempo, al igual que en la primera llenó mi vagina con su semen.
Después continuamos con nuestra relación, las tardes después del trabajo íbamos a su departamento y en la noche me iba a dejar en la casa. Una vez me escape de la casa en la noche para ir a estar con esta persona, me había vuelto adicta a él que por lo menos dos veces por semana íbamos a su departamento a dar rienda suelta a nuestros instintos, me ponía en diferentes poses, muchas veces terminaba dentro de mí y otras veces en mis pechos o en mi cuerpo luego de ello nos íbamos a ...