Mi tía janeth - 4ta parte - Relatos Eróticos

Mi tía janeth - 4ta parte

... descansar un poco mi amor
-Si mi vida, descansa estaré aquí (le digo esto mientras me le acerco y comienzo a lamer otras partes de su cuerpo)
-¿Tú no te cansas? (lo dice cansada recobrando respiración) 
-Sí, pero solo del cuerpo.
-Pobre de mí.

Seguí lamiendo sus piernas, subiendo mas a sus pechos y de ahí me encime en ella y comencé a besar su cuello y lamerlo, era algo que quería hacer desde que jugábamos a mordernos, ella se le notaba cansadísima, solo trataba de recobrar el aliento y recuperarse, pero yo no la dejaba, solo me la quería comer, y más porque me miraba y sonreía;

-Cómeme toda mi amor, ahora que puedes, déjame las manchitas que tanto querías dejarme (decía todo esto pero cansada, con nervios pero algo mañosa) 
-Dejare mis “manchitas” en tus pechos y piernas.
-Sí, hazlo mi amor soy tu alimento.

Yo pensaba que ella ya ni sabía que decía pues estaba cansada, excitada y mareada, simplemente seguí lamiéndola de su cuello totalmente, ella gemía poco haciendo pujidos, la tenía toda lamida, saliva mi iba a faltar para satisfacer mi deseo, que a pesar de que yo estaba que mi corazón explotaba en el comienzo, ahora solo pensaba en probarla totalmente;

-Quítate todo, quiero sentir tu piel, menso
-Cierto, que ya te quite todo y yo sigo con ropa jaja
-Sí que feo eres, quiero verte
-No hay mucho que ver, no esperes cuadros o un artista porno
-no me importa, eres mío ahora

Cuando me quite todo ella solo se quedo mirándome como estaba duro, no la tengo ...

... grande ni chica, o bueno eso creo, según el promedio es de 15cm y ando en eso, si no es así pues al menos me favorezco en tenerla gruesa., ella al verme me dijo que me pegara a ella y siguiera, hice caso enseguida sintiendo toda su piel, fue riquísimo sentir su piel lisa y algo acalorada, yo seguí comiéndome su cuello y orejas, cuando decidí ya bajar a mamar sus tetas, lo cual hice casi sin importar que la lastimara, ella se expresaba excitada pues casi todo el tiempo tenía mis dedos tocando su vagina, por lo que a pesar de que la este mordiendo y succionando mucho ella me decía “muérdelos, muerde mis pezones” yo los mordía pero sentía que me sobrepasaba pues una mordida así duele, pero ella insistía y le comenzó a gustar que los estire con mordidas, ya me dolían los dedos y en verdad ya tenía mis mordidas y succiones en sus pechos, los tenia morados, baje a su entrepierna y comencé a succionar sus piernas, eran grandes, suaves, frescas y delicadas, porque si se quejaba mas ahí, así que no dure mucho, pero si deje chupetones en sus piernas, ella me dijo que ya paráramos, que quería cambiar de lugar, me recosté y ella se puso encima de mi, por primera vez ella tomo mi miembro lo cual hizo que me volvieran los nervios, no sabía ella como tocar una verga, lo cual me alegraba pues me daba más a entender que casi no ha tenido contacto con otros hombres más que conmigo, le decía que me masturbara y así fue como lo hizo, aunque me lastimo, al ver que me lastimo me dijo que le daría ...