1. Me cogí al hijo musculoso de mi trabajador para ayudarlo a ganar una competencia deportiva.


    Fecha: 22/06/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: LadoSensible.Blogspot.com, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... varonil atleta. 
    
    Horacio: —Tranquilo Hernancito, ya te vas a ir acostumbrando a llevar roto. Este culo tuyo está muy rico—. Le contesté. 
    
    En la habitacion solo se oian is embestidas y los gemidos y suplicas de Hernan. Flap, flap, flap, se escuchaba por todos lados. Mis embestidas eran salvajes, eran rápidas. No le daba tregua al apretado culo de hernan, que se sentria hermoso. 
    
    Hernán: —No sea así, patron. Me duele mucho—. Me decía una y otra vez. 
    
    Yo ignoraba sus peticiones y solo me concentraba en disfrutar aquella rica desculada que le estaba dando. 
     
    Hernan: Al saber que no le hacia caso me dijo, —Entonces, métamelo despacio, patrón que me duele y me arde mucho—. Me volvió a decir en su ultimo intento por detener aquella penetración. 
    
    Estuve dándole duro a Hernán y pensé, nuevamente, los ojos cuadrados que pondrían el papa de Hernán y su novia al ver que le estaba serruchando el culo al muchacho. 
    
    Seguí como por media hora más luego de que Hernán me preguntara cuando iba a acabar. Su espalda ancha y fibrosa, y su culo con aquellos melones gigantes como nalgas me volvían loco. No aguante más y me vine llenándole las tripas de leche, después de unos 50 minutos de hacerlo mió. Hernan se tumbo a la cama a descansar mientras lentamente sacaba mi guevo de su culo adolorido. 
    
    Luego de eso, nos bañamos almorzamos algo y lo lleve a su casa. Le dije que había sido un buen muchacho y que si seguía así de cooperativo, tendría mas regalos de mi parte, ...
    ... señalándole esos tenis que llevaba. 
    
    Así se repetía dos veces a la semana, el martes y el jueves eran los días en que me cogía a Hernancito. Hacíamos muchas cosas y ya, el viril muchacho, comenzaba a soltarse conmigo. Cuando llegábamos a mi casa, el solito se desnudaba. A veces me bailaba eróticamente, otras veces le llenaba el culo de crema batida y me lo comía enterito. Le decía que se masturbara con un consolador o simplemente lo ponía de rodillas a mamarme el guebo hasta acabarle en la boca. En una ocasión, le di un señor beso de lengua a lo cual, él también colaboró bastante bien, poseyéndolo en todos los sentidos. 
    
    Finalmente, llegó el momento esperado Hernán. Se puso a tope con el entrenamiento y todo lo que le había comprado. Compitió llevándose el primer lugar, con un poco de ayuda por parte del jurado, claro está. Los billetes verdes ayudan en estas situaciones. 
    
    Esa noche, en el evento, conocí a su bella novia. Compartí también con Genaro, que estaba orgulloso del logro de su hijo, y algunos amigos de él también habían llegado a celebrarlo. Todo era fiesta para Hernan esa noche. Conocí a otros muchachos que querían encaminarse a fisicoculturismo y necesitaban asesoría. Esos serian, con el tiempo, parte de mis trofeos. 
    
    Esa noche al despedirme, casi a las 11 pm, Hernán se acerca a mí diciéndome:
    
    Hernán: —Oiga patrón. Le caigo por allá por su casa a punta de 12 pm—. Me dijo, poniendome una mano sobre mi espalda, aun con la tanga que usaba para entrenar. ...
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