1. El juego de la silla


    Fecha: 03/12/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... los maridos ocupaban su sitio en el circulo de sillas. Se bajaron las luces pero a pesar de ello se apreciba que algunos de los chicos estaban empalmados antes de empezar el juego.
    
    Nosotros habíamos escogido una salsa como primera cancion y las esposas comenzaron a bailar alrededor de las sillas durante un par de minutos. Susan, la anfitriona, me había dicho que aguantara la música al menos 2 o 3 minutos antes de la parada abrupta. Yo mantuve mi dedo temblorosamente en el botón todo el tiempo mientras disfrutaba, junto con los otros maridos, de nuestras esposas bailando alrededor del cuarto.
    
    De repente detuve la música. Hubo una alocada lucha por los regazos de los maridos. Mi esposa lo intento pero sin sin mucha convicción.
    
    "Tu pierdes Elena" Susana gritó a traves del el cuarto "Ahora tienes que quitarte una prenda y decirle al discjokey qué prenda es para que el te la pueda quitar."
    
    Mi esposa vino y me dio un gran beso. Tenía una mueca diabólica.
    
    "Yo me quitaré el top" Elena anunció con una gran sonrisa.
    
    Elena levantó sus manos en alto por encima de su cabeza. Yo, con un movimiento veloz, le saqué el top por su cabeza .
    
    El cuarto prorrumpio en aplausos entre nerviosos y excitados, y allí estaba Elena, de pie en el centro, con sus grandes pechos y los pezones rosas hinchados y a la vista de todos. Ella lucía orgullosa como una diosa. Las líneas que el biquini le había marcado resaltaban el contorno blanco de sus tetas y las hacía mas apetecibles si ...
    ... cabe. Ella agitó su pelo de en un modo sensual, y comenzo otra vez el desfile de las esposas.
    
    Yo empecé con la música de nuevo. Mis ojos estaban fijos en mi preciosa esposa mientras daba vueltas. Sus tetas se movían bailando con cada paso. Cada vez que ella pasaba a mi lado me sonreia, estaba disfrutando, era el centro de atención de todos los maridos, los cuales no le quitaban ojo y comenzaban a demostrar lo mucho que les excitaba haciendo subir sus pollas erectas en la oscuridad. Cuando volví a parar la música fue Sonia la que se quedo sin un regazo donde sentarse.
    
    Elena terminó sentandose en Javier, un compañero de trabajo que ella conocia pero que no le gustaba mucho. Con las prisas mi esposa se había sentado justo en sus rodillas . Javier le susurro algo al oido y mi esposa comenzo a reirse y se movio hacia atras en su regazo.Desde mi posición y debido a la poca luz no podía apreciar bien la escena pero algo le estaba haciendo bajo la falda pues mi esposa abrió la boca suavemente y dejo de reirse. Sonia, la chica que se había quedado sin sitio vino a mi y me pidió que le quitara sus zapatos. Yo me tome mi tiempo al quitarle los despacio y mientra le danba un pequeño masaje en los pies. Cuando miré a mi esposa noté que Javier estaba masajeando las tetas de mi esposa sin ningun recato. Ella parecía disfrutarlo. Estaba apoyándose atrás en él, y no parecía ofrecer ningún tipo de resistencia. Los ojos de mi esposa estaban cerrados y tenía una clara expresion de placer en su ...
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