LA HISTORIA DE MI VIDA 8. “Padre e Hijo Me Hicieron Suyo En Menos De 24 Horas”
Fecha: 04/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Elcoyoludo, Fuente: SexoSinTabues
... otro lado; nuevamente lo puso en la entrada de mi esfínter e hizo presión con más fuerza y mi esfínter cedió el paso, mi suegro había logrado su cometido. Al menos no fue difícil que entrara, se debía al glande de su pene, pero al entrar metió un poco más que la cabeza y eso sí que es muy grueso, casi metió media verga de un solo en mi hoyito. Mi suegro soltó un gemido de gusto, por lo fuerte que le apretaba mi esfínter. Elias: ahhh… Yo: haaa…despacio…por favor. detente. Me había dolido mucho que sentí que me estaba partiendo en dos, el dolor era inmenso que parecía que había roto algo dentro de mí y mi pene pasó a estar completamente flácido. Desde que mi padre me lo había hecho por primera vez no me había dolido así, pero en ese tiempo era casi virgen; ahora tal vez me había dolido así porque no había tenido relaciones con nadie en tres semanas, desde que mi tío me hizo suyo o tal vez por la falta de experiencia de parte de mi suegro, ya que de un solo había metido casi media verga en mi interior. Ahora me daba cuenta que su pene era el primer culito que penetraba y estaba disfrutando estar en mis entrañas. Sus 20cm estaban gloriosos de estar casi todo dentro de mí y siendo apretado por mi esfínter. Elías: ¿te la saco? Yo: no. Sigue pero despacio. Elías, mi suegro, no perdió tiempo y siguió avanzando en mi interior centímetro a centímetro. Podía sentir como su grueso pene rozaba las paredes de mi ano. Mi suegro estaba disfrutando de la temperatura de mi interior y yo ...
... disfrutaba sentir como su pene avanzaba dentro de mí; aunque el dolor era inmenso, pero no quería que se detuviera hasta tenerlo por completo dentro de mí. Para olvidarme del dolor comencé a acariciar su ancha espalda. Sentí como su vello púbico hizo contacto con mis nalgas y se apoyo con sus dos codos para sostener su cuerpo y no aplastarme. Yo: no te muevas, por favor. Elías: ¿Por qué? Yo: todavía me duele. Elías: te dije que no ibas a aguantar. Yo: lo que pasa que casi me la metiste toda de un solo y tiene que ser despacio. Mientras deslizaba mis dedos en su espalda. Elías: es que estas bien rico. Ambos sonreímos. Mientras conversábamos, Elías meneaba su cadera más hacia adentro, ya no había parte de su pene al descubierto, toda esa verga yacía en mi interior. Elías: ¿ya? Yo: si, cógeme pero despacio. Si no voy a ensuciar de sangre la cama. Elías comenzó a mover lento su cadera, sentí como una pequeña parte salió y volvió a entrar con mucha suavidad y de nuevo. Elías: que rico culito. Yo: que rico se siente. Qué bueno que mientras lo hacíamos teníamos buena comunicación. Cada vez sacaba un poco más y lo volvía a meter. Sentir como su puntiagudo glande rozaba mi recto se sentía muy placentero y el resto de su gruesa y gran verga de 20cm, es realmente muy delicioso. Sentir los pelos de su pecho en el mío y los de su estómago en el mío, se siente muy bien, y sobre todo sentir su vello púbico chocar con mis nalgas es realmente sabroso, se siente como un cojín pegando constantemente ...