1. Noche de pasión en Lisboa (IX): Los libros sibilinos


    Fecha: 05/12/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: alfredo1257, Fuente: CuentoRelatos

    ... Podríamos, este año, sacar del dinero una parte para la quinta, y repartir entre los que han trabajado y van a seguir hasta el final de la campaña, el dinero que saquemos.
    
    Tenemos un año para organizar un negocio que puede ser otra fuente de riqueza para la comarca. Si nuestra finca está así, sin duda el resto de los bosques estarán igual, o muy parecido. Hablando con los propietarios de otras fincas se podría formar algún tipo de cooperativa y durante el año buscar canales de distribución. E incluso, viendo qué otros productos agrícolas hay en la comarca, crear una planta de procesado que dé trabajo durante todo el año y no solo en otoño.
    
    - Cariño, ya piensas como el dueño de la quinta, estoy orgullosa – me dijo ella – ahora se lo comentaremos a Ana María, llegará en un rato. Seguro que no pone impedimentos a tu idea - Ding, Ding, Ding. Alarma. Ana María en la finca, no me gusta un pelo. Adoro a mi cuñada, pero tiene más peligro conmigo que un chimpancé con una escopeta - Además se va a quedar ella en la finca, porque hay que seguir recolectando y tú y yo tenemos que estar el lunes en otras obligaciones y alguien tiene que organizar y tratar con el intermediario.
    
    - De acuerdo entonces, lo hablamos con ella y si está de acuerdo, se lo comunicamos al personal.
    
    Cuando llegó mi cuñada, así lo hicimos, y tal y como había previsto Amália, estuvo de acuerdo. Pero pusieron como condición que yo debería decírselo a los empleados. Así que llamé a un aparte a los ...
    ... capataces, hombres y mujeres y les comuniqué lo que habíamos decidido, dejando claro, que todos iban a cobrar lo mismo, desde los capataces hasta los muchachos que habían trabajado sin contrato. Se me quedaron mirando y vi en la expresión de todos que intuían que eso era cosa mía, y que su respeto hacia mí había subido varios grados. Al terminar de comunicárselo a ellos, cada uno reunió a su brigada, comunicándoles la decisión tomada.
    
    Acabábamos de tener esta conversación cuando llegó el camión y con él, el intermediario. Así que todos se aprestaron a cargar el transporte.
    
    Delante del intermediario fuimos pesando caja por caja y anotando los pesos. Cuando estuvo el camión cargado, hicimos la cuenta, y resultaba un montante de 47.200 euros. Le estaba cubriendo la factura y la documentación para el transportista cuando el intermediario me dio un cheque que traía cubierto y firmado por 30.000 euros. Entonces le requerí:
    
    - El resto del pago, ¿Cómo nos lo va a hacer efectivo?. Este dinero no cubre el precio tratado.
    
    - Piense usted, Dom Alfredo que ahora se producirán mermas, hasta que llegue a destino, algunas se estropearán a causa del transporte, luego el lunes, ya no tendrán la frescura que tienen ahora. Yo tengo que cubrir mis gastos.
    
    Alipio que al ver mi expresión se había acercado, escuchó lo último que decía el intermediario, y cerrando los puños, se iba hacia él, cuando lo detuve con un ademán.
    
    Alipio es un hombre curtido en el campo y es más fácil saltarlo que ...
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