1. Mi hermana y yo


    Fecha: 06/12/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... helado, mi hermana no sólo era una salida, sino una ninfómana, y por aquellas fotos, estaba buenísima, nunca me había fijado en lo buena que estaba, sus pechos eran más grandes de lo que pensaba, muy redondos y puntiagudos, y se depilaba el sexo.
    
    Pasé aquella noche sin dormir, no paraba de darme vueltas todo lo que había visto sobre mi hermanita. A la mañana siguiente salí pronto, le dejé un mensaje a mi hermana en la nevera de que estaría todo el día fuera. No hacía más que andar por la ciudad, no me podía quitar de la cabeza todas esas fotos, y al final siempre acaba imaginándome a mi follando o sodomizando el culito de mi hermana. A media tarde estaba ya cansado y decidí volver. Tenía que hablar con ella.
    
    Llegué a la puerta de la casa, pero antes de abrir, me extrañó que oía ruidos raros dentro, puse la oreja pegada a la puerta, y aquello eran jadeos. Di la vuelta y entré por detrás muy despacio sin hacer ruido. Sí, aquello eran una mujer y varios hombres gritando y jadeando. Me acerqué al salón, allí había una película de video, una mujer con las manos atadas a las piernas era doblemente penetrada por dos negros, mientras mi hermana estaba a cuatro patas, delante de la tele, completamente desnuda, tenía un pepino metido en el coño y se metía y sacaba otro más pequeño en el culo y jadeaba de placer como una loca - "SIIIIII SIIIII FOLLLADME, FOLLLADDDMME, ROMPEDME EL CULO, ROMPÉDMELO AHHHHHHH" gritaba casi fuera de sí.
    
    Estuve un rato viendo aquello, estaba ...
    ... (incesto) a punto de correrme, antes salí de casa tal y como había llegado. Ya no podía soportar más aquella situación, tenía que hacer mía a mi hermanita, pero tal y como a ella le gustaba.
    
    Esa noche entré en su cuarto, estaba durmiendo sólo con una camiseta y unas braguitas, hacía mucho calor. Me acerqué a su cama. Llevaba unas cuerdas, así que la puse boca abajo y le até las manos a la espalda. Ella se despertó sobresaltada, pero cuando quiso darse cuenta estaba atada.
    
    - "Así que eres una putita" la dije mientras que la tumbaba en la cama y le movía la cabeza para que pudiera verme. Estaba completamente desnudo, y mi polla estaba bastante excitada, y la verdad es que era de un tamaño bastante considerable. Entonces me senté en la cama a su lado, la cogí la cabeza con mis manos y le obligué a que se comiera todo mi rabo, ella intentaba gritar y patalear, pero no podía hacer nada, mi rabo entraba y salía de su boca una y otra vez " Chupa, puta, chúpalo" la gritaba fuera de mí.
    
    Cuando ya tenía la polla bastante caliente, decidí parar un rato, la volteé para ponerla boca arriba, se quejó, en esa postura se presionaba los brazos y la dolía, le arranqué la camiseta en respuesta a sus quejas. Allí estaba sólo en braguitas, y vaya tanguita. Me arrojé sobre sus pechos y empecé a morderlos, apretarlos, magrearlos, eran lo más increíble que había visto nunca.
    
    "Por favor, déjame, déjame" me suplicaba ella. pero yo seguía apretándole los pechos y mordiéndole los pezones. "Ah, ah, ...