Puro y duro
Fecha: 06/12/2017,
Categorías:
Intercambios
Autor: priscilla69, Fuente: CuentoRelatos
... sonrisa le indica que sirva el champán en la terraza.
Salen fuera. La fresca brisa de la noche calma sus sofocos, pero su verga, sigue creciendo sin control.
Se sienta en una silla, pero sin cerrar las piernas, dejando su sexo al descubierto.
—Deseo que me acompañes, tomándote una copa en mi compañía. No acostumbro a beber en soledad.
—¡Verá yo…!
—Ya lo veo.
Responde ella con la mirada fija en su abultada bragueta.
Cuando él levanta la vista, observa a una mujer en la terraza de al lado. Lleva puesto un albornoz blanco, sin atar, a través del cual, se observa su desnudez.
Les contempla mientras se está masturbando con un enorme dildo en rosa fosforito, que introduce con fuerza en su vagina, y lo saca con dulce lentitud.
—¿Y esa?
Pregunta él un poco asustado, ante tantas emociones juntas.
—Mi vecina. Se pasa el día mirándome y poseyéndose a mi costa. ¡Ven y vamos a jugar un rato!
Y así, vuelve al instante en que se encuentra a oscuras sobre la enorme cama.
La cabeza de ella se acomoda entre sus piernas, mientras nota como la humedad de su boca, va invadiendo su polla, a medida que la engulle, hasta tal profundidad, que nota el roce de su capullo en la cálida garganta de la mujer.
Intenta a tientas y maniatado acariciarle el pelo, pero un brusco manotazo de ella se lo impide.
—¡Esto va a ser duro!
Exclama él, mientras ella, hace caso omiso y continúa succionando como si lamiera con ansia un enorme caramelo.
De fondo, se oye ...
... como una puerta se abre y se cierra.
—¡Hola amor!
Responde la mujer, que por unos segundos a sacado la polla de su cavidad bucal.
Él se pone muy tenso ante la aparición es escena de otra persona.
—Tranquilo. Es mi vecina. Sé que esto te va a gustar.
La mujer reanuda la felación, mientras nota como unas manos desconocidas, acarician su espalda de arriba hasta abajo, hasta llegar a la hendidura de su trasero, que acaricia con suavidad.
Segundos más tarde, nota como el dildo comienza a vibrar.
—¡¿Me vais a sodomizar?!
Pregunta con horror.
—¡Cálmate! Eso lo dejamos para otra ocasión.
Percibe como el dildo se hunde en la carne de la mujer que se la está comiendo, pues oye sus gemidos, y ha acoplado los movimientos de la felación con las idas y venidas del vibrador.
Unos gritos acelerados e indican que la mujer va a correrse.
De pronto, la boca de la mujer, es sustituida por la vagina.
Nota como se le sienta a horcajadas y su verga penetra hasta lo más profundo de su ser.
—¡Joder!
Se da cuenta que la mujer es sodomizada por el dildo y follada por delante con su verga.
Ya no puede soportar más placer.
Puede más la imaginación que el acto en sí.
La mujer que tiene a sus espaldas lo acuesta lentamente, mientras la otra, continúa follándolo sin detenerse.
Una vez percibe que está acostado del todo, la mujer se pone abierta entre su cabeza, introduciendo su sediento sexo en la boca de él.
Succiona deliberadamente, mientras ambas ...